Foto BioBioChile
“Cadáver de sexo femenino, desnudo en sala de autopsias. De entre 25 a 30 años de edad aproximadamente. Mide 1,68 metros, pesa unos 70 kilogramos. Normolínea, piel morena, pelo negro largo, abrasiones en el rostro, múltiples tatuajes y varios orificios de proyectil balístico”.
Por: Nicolás Parra Tapia – BioBioChile
Cuando R. entró al Servicio Médico Legal de Arica, el 12 de noviembre de 2022, los médicos forenses supieron, casi de inmediato, cómo había muerto. Los dos disparos que hallaron en su cabeza daban cuenta de la participación de terceras personas. O, más bien, de una ejecución a sangre fría.
Y es que R. no era cualquier víctima: se trata de uno de los pocos registros —con nombre y apellido— de una mujer asesinada por el Tren de Aragua en Chile. Un homicidio que también reveló la guerra desatada entre dos facciones de la organización criminal transnacional en suelo criollo y que explica el alza exponencial en los muertos del crimen organizado en la frontera norte.
Si Los Gallegos se erigieron como dueños ilegítimos del Cerro Chuño, el Tren del Coro hizo lo propio en las cercanías al terminal de buses internacional de Arica.
R. quedó en medio.
De acuerdo a antecedentes recopilados por BBCL Investiga, el conflicto se originó luego de que un grupo de venezolanos decidiera escindirse de Los Gallegos, una de las células más mortíferas del Tren de Aragua en Chile. Sin ir más lejos, ésta fue la primera facción a la que se le conoció una casa de torturas (antes de que se convirtiera en noticia también en Santiago) y que además alcanzó notoriedad por enterrar vivos a aquellos que no obedecieron sus preceptos.
—El Tren del Coro quería tomarse una parte del territorio —cuenta una fuente de este medio.
Ello derivó en una lucha sangrienta que —según cálculos extraoficiales realizados por conocedores de la materia— cobró cerca de medio centenar de víctimas fatales a ambos lados de la trinchera.
Los números cuadran: si en 2021 Arica registró 26 asesinatos, esa cifra al año siguiente llegó a los 45. Un aumento del 73% que posicionó a la comuna como la con peor tasa de homicidios de todo Chile (17,1 cada 100 mil habitantes).
Eso, en cifras oficiales: los investigadores sospechan que aún quedan cuerpos sin encontrar repartidos bajo el Cerro Chuño.
—Eso explica porqué la mayoría de los muertos encontrados en Arica son de origen venezolano y porqué aparecen en las zonas que ellos mismos controlan —añaden los consultados por BBCL Investiga.
Para leer más, pulse aquí.