El rechazo de los países que integran el BRICS al ingreso de Venezuela es un duro golpe para la pandilla cívico-militar gobernante. Maduro y sus secuaces habían diligenciado su posible ingreso, de bocones daban por realidad que su lobby había convencido a los países miembros de aceptarlos. Estaban tan seguros que desplazaron una inmensa delegación, fueron en tres grandes aviones y con dispendioso gasto de dólares. Para tratar de minimizar su fracaso han referido que Brasil fue quien los vetó. No, la decisión de su no ingreso fue tomada por el conjunto de países, este grupo funciona con base en acuerdos.
Quizá un poco de recuento del BRICS aclararía esta afirmación. El BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Suráfrica) es una asociación, grupo y foro político y económico de países emergentes, que se constituyó en un espacio internacional alternativo al G7. El propósito inicial era la cooperación financiera e intercambio comercial, para lo que acordaron crear dos nuevas instituciones financieras multilaterales -un Banco de Desarrollo (el New Development Bank, NDB) y un Fondo de Reservas (el Contingency Reserve Arrangement, CRA). No hay duda de que es un grupo importante; tras la ampliación de 2024 (ese año se agregaron como socios plenos Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía e Irán) el PIB de los BRICS podría representar 37% del PIB mundial y 46% de la población mundial. Este grupo no tiene estatutos, funciona sobre acuerdos de los integrantes y dictan ciertas directrices para guiar lo aprobado.
Para ser miembro pasa por la discusión del grupo y cumplir los requisitos exigidos, Recordamos la XV Cumbre, celebrada en agosto de 2023 en Johannesburgo, la ministra Naledi Pandor expresó que articularon una serie de directrices para la ampliación. Entonces señaló: «Tenemos un documento que hemos adoptado y que establece directrices y principios, procesos para considerar a los países que desean convertirse en miembros del BRICS”. Hay unas exigencias.
La pandilla para empequeñecer su chasco ha acusado y difundido que Brasil vetó su incorporación. Venezuela no ingresó al BRICS porque sus miembros consideraron que no cumplía los requisitos para ingresar. Es más, ni siquiera se le aprobó como miembro asociado, figura que se optó por otorgar el estatus de «socio» a ciertos países que cumplan con criterios específicos (Argelia, Bielorrusia, Bolivia, Cuba, Indonesia, Kazajistán, Malasia, Nigeria, Tailandia, Turquía, Uganda, Uzbekistán y Vietnam). ¿Por qué no aceptaron a Venezuela ni como miembro ni como socio?
En mi apreciación y consultando con expertos, hemos llegado a la conclusión de que el rechazo ha sido para la pandilla cívico-militar que gobierna Venezuela. Conforme al acuerdo de ampliación en Johannesburgo, entre los requisitos se establecieron: políticas económicas claras, información pública y transparente de los indicadores económicos, control efectivo del gasto público, cumplimiento de los compromisos internacionales y seguridad jurídica. Tengan presente que estos requisitos no los cumple la Venezuela gobernada por esa truculenta e ineficaz pandilla, cuyo único horizonte es cómo enriquecerse embolsillándose la riqueza pública.
Es archiconocido que la pandilla cívico-militar para asaltar las finanzas públicas relajó todos los controles y maneja los fondos públicos como caja chica. Contradiciendo lo señalado en la Declaración de Johannesburgo sobre el Desarrollo Sostenible “la corrupción es el flagelo que aflige a nuestros pueblos como limitante al crecimiento económico”. Pero, además, ha destruido el Estado de derecho creando una gran inseguridad jurídica. Acorde con los informes internacionales imparciales el poder judicial venezolano está a servicio de la pandilla y es corrupto. Nadie invierte en un país sin normas claras y actuación transparente.
Súmese a esto que la pandilla está acusada ante la CPI de crímenes lesa humanidad, que buena parte de sus secuaces cometen delitos de lavado de dinero, que socavan el sistema económico mediante la economía subterránea (droga e ilícitos), están insertados en red internacional de corrupción y legitimación de capitales. en su comportamiento internacional incumplen sus acuerdos, se burlan de los países mediadores. A todo esto, el mundo sabe que son tramposos, robaron las elecciones.
Preguntemos abiertamente: ¿Es confiable la pandilla gobernante de Venezuela? La respuesta es NO. Eso es lo que han dicho los países del BRICS. Ha sido un acuerdo adoptado por todos. Hay tanta desconfianza sobre la pandilla que ni siquiera clasificó para socio o miembro asociado. Maduro exhibió ridiculez y sumisión, pero no coló. Ahora lucen cada vez más aislados internacionalmente. Debemos continuar con la lucha para echarlos del poder y nuestro país pueda considerarse país con libertades, seguro y promisor. La unidad de los venezolanos es imprescindible, así, como también el apoyo de los países democráticos. ¡Hasta el final!
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