La presidenta de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) ha rebajado el optimismo del Gobierno respecto a las cuentas públicas tras la noticia de que España se salva de recibir un procedimiento por déficit excesivo en 2024. Cristina Herrero ha expuesto este jueves durante el seminario de información económica de la APIE y la UIMP celebrado en Santander que le resulta “muy difícil” creer que España tendrá un déficit del 2,5% en 2025, como ha comprometido el Gobierno con Bruselas en la actualización de las previsiones macroeconómicas y fiscales en abril. En paralelo, AIReF ha reiterado sus previsiones de que todas las administraciones públicas gasten más de lo que deberían para cumplir con los límites nacionales y europeos.
Según ha detallado Herrero, la reducción del déficit y de la deuda desde los máximos alcanzados en 2020 ha sido posible por dos factores: el crecimiento económico, “donde ha habido un componente muy importante de precios de la mano de la inflación” y la retirada de las medidas extraordinarias implantadas para hacer frente a la crisis (rebaja de impuestos energéticos, etc.). Sin embargo, ambas vías “se van a agotar” y son las que daban “un respiro presupuestario para el año siguiente”, por lo que la AIReF reitera la necesidad de un ajuste fiscal.
Los supuestos de déficit y deuda de la AIReF están elaborados contando con que la recaudación por los gravámenes temporales finaliza en 2025, lo que elevaría el déficit en dos décimas y se estabilizaría por encima del 3% a partir de 2025. “De ahí no baja”, ha reiterado Herrero, lo que implica superar el límite de las reglas fiscales y exponerse a aperturas de procedimientos por déficit excesivo. “Veo difícil el 2,5% en ausencia de medidas (…) desde luego que no me sale”, defiende AIReF, teniendo en cuenta el compromiso de aumento de gasto en defensa; las presiones al alza de las partidas asociadas al envejecimiento y los “posibles compromisos políticos” con los socios de la investidura. La AIReF avala las previsiones macroeconómicas que el Gobierno envía a Bruselas, pero no las del déficit ni la deuda.
Los planes y las cuentas del Gobierno para llegar a ese 2,5% comprometido y rebajar la ratio de deuda al entorno del 100% en 2027, como ya avanzó el ministro Carlos Cuerpo hace unas semanas, se tendrán que clarificar en el plan fiscal de septiembre. Respecto al plan, la AIReF pide “no obviar la dimensión territorial” porque el límite de crecimiento del gasto es a nivel nacional e implica a todas las comunidades autónomas. Las CCAA y las entidades locales gestionan el 44% del gasto público, según ha recordado la institución, por lo que considera “imposible” pretender cumplir el plan sin implicar a estos niveles de gobierno.
El aumento del gasto (primario y neto de medidas de ingresos) es la variable central de las nuevas reglas fiscales y tanto la AIReF como la Comisión Europea prevén que España supere el límite recomendado del 2,6% en 2024, llegando hasta el 4% o el 3,8%, según cada una de las respectivas estimaciones. Además, la deuda se tiene que situar en una trayectoria descendente tanto durante el periodo del plan fiscal (cuatro o siete años) como en los diez años posteriores, algo que ninguna de estas instituciones prevé que suceda en un escenario inercial, sin medidas adicionales.
En este sentido, la AIReF ha calculado un ajuste fiscal necesario del 0,43% anual si se produce en siete años y del 0,63% si es en cuatro años. En el primer escenario, el que Cristina Herrero ve más factible, el crecimiento promedio del gasto tendría que ser de como máximo el 2,7%. “Es un límite exigente teniendo en cuenta el comportamiento histórico”, ya que salvo en los años de consolidación fiscal y en 2021 el crecimiento del gasto se ha situado siempre por encima del 4,5%. “Es cierto que el ajuste es menos intenso que el de la anterior crisis, pero va a ser más mantenido en el tiempo, lo cual supone cierto agotamiento”, ha opinado Herrero, por lo que cre que “el nuevo marco de reglas fiscales desde luego no es menos exigente que el anterior”.