El líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, ha descrito como “una acción militar apropiada” el lanzamiento de un misil balístico intercontinental hacia el mar de Japón, también conocido como mar del Este, en medio del aumento de las tensiones con Corea del Sur y las acusaciones sobre el supuesto despliegue en Rusia de militares norcoreanos.
“El lanzamiento es una acción militar apropiada que cumple totalmente con el objetivo de informar a los rivales, que han exacerbado la situación en la región y suponen una amenaza para la seguridad de nuestra república, de nuestra voluntad de llevar a cabo contramedidas”, ha señalado Kim.
Así, ha explicado que este lanzamiento “constituye además un proceso indispensable en el marco del desarrollo constante de las fuerzas ofensivas estratégicas” frente al “peligroso fortalecimiento de la alianza nuclear por parte de los enemigos”, según ha recogido la agencia estatal norcoreana de noticias, KCNA.
Kim ha hecho hincapié en que “las arriesgadas maniobras militares” por parte de Corea del Sur y Estados Unidos “subrayan la importancia de reforzar las fuerzas nucleares (de Corea del Norte)”. “No debemos permitir que ninguna amenaza se acerque a la esfera de seguridad de nuestro Estado”, ha defendido.
“La situación de seguridad y las crecientes amenazas y desafíos requieren que sigamos impulsando nuestras modernas fuerzas ofensivas estratégicas y que redondeemos de forma aún más perfecta la postura de respuesta de nuestras fuerzas nucleares”, ha afirmado, antes de ahondar en que Pyongyang “nunca cambiará su postura de reforzar sus fuerzas nucleares”.
El Ministerio de Defensa de Corea del Norte ha confirmado que el lanzamiento del misil balístico intercontinental ha tenido lugar a primera hora de este jueves por orden de Kim, al tiempo que ha manifestado que este hecho “demuestra la modernidad y credibilidad de su disuasión estratégica más poderosa”.
Horas antes, las autoridades de Corea del Sur habían denunciado el lanzamiento, apenas horas después de que el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, y su homólogo surcoreano, Kim Yong Hyun, condenaran el presunto despliegue de tropas norcoreanas en Rusia con el supuesto fin de participar en la invasión de Ucrania.
Tras ello, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Sean Savett, ha condenado “enérgicamente la prueba de misiles balísticos intercontinentales de Corea del Norte”. “Este lanzamiento es una flagrante violación de múltiples resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas”, ha subrayado.
Por su parte, Rusia no ha confirmado ni negado tener injerencia en los avances de Corea del Norte en cuanto a tecnología nuclear con fines militares: “No tengo esa información, es información especializada y hay que preguntarle al Ministerio de Defensa. Sólo puedo repetir una vez más que seguimos comprometidos con el acuerdo que firmamos, seguimos comprometidos con nuestros intereses en el desarrollo de las relaciones con nuestro vecino en todos los ámbitos, y esto no debe preocupar ni inquietar a nadie. Es un derecho soberano de Rusia y Corea del Norte desarrollar relaciones, siendo estados vecinos”, dijo el vocero del Kremlin Dmitri Peskov este jueves.
Las tensiones han ido al alza en la península de Corea durante los meses, marcados por el envío de cientos de globos con basura por parte de Corea del Norte al otro lado de la frontera. Seúl reanudó además en junio las retransmisiones de propaganda mediante altavoces en la frontera por primera vez en seis años, así como sus maniobras con fuego real cerca de la línea de demarcación, unas actividades a las que se suman las maniobras militares conjuntas con Estados Unidos.
Las autoridades norcoreanas han estado también incrementando sus lanzamientos de misiles balísticos y otros proyectiles durante los últimos años, unas operaciones que describen como “advertencias” ante las acciones de Seúl, con quien no ha firmado aún un acuerdo de paz a pesar de que la Guerra de Corea (1950-1953) finalizó con un armisticio, por lo que ambos países siguen técnicamente en guerra.
EP/Infobae