Carlos Alcaraz llegaba a la cita olímpica encumbrado en la gloria con un Roland Garros y un Wimbledon recién conquistados y celebrados a sus espaldas y como número tres del ranking de la ATP. El español llegaba a París rebosante de confianza y éxito, bajo una estela de triunfo y con las coronas de campeón de dos de los Grand Slam más importantes del circuito. Pero, en los Juegos Olímpicos es un aventurero entrando en tierras desconocidas, el novato de la competición, ese que no sabe lo que es jugar en el torneo de los anillos, ni pelear por colgarse una medalla al cuello. Hasta hoy. Este sábado 27 de julio, Carlitos ha disputado su primer partido en la competición con éxito, imponiéndose a Hady Habib por 6-3 y 6-1 para comenzar brillando en los Juegos Olímpicos.