Quiero un país como mi aula de clases y créanme que por fin se está pareciendo.
En mi aula hay diversidad de personas, de diferente razas, condición social y pensamiento diverso, casi en su totalidad todos con un mismo fin, aprender, enseñar y pero sobre todo persiguiendo sus sueños.
Sin duda hay “infiltrados”, eso que no estudian, que se aprovechan del esfuerzo de los demás, se copian y sacan chuletas, tratan de sabotear la clase, pero son minoría y cada vez que avanza el semestre ellos mismo se van anulando y hasta retiran la materia.
Sin duda la Gran mayoría son gente luchadora, guerreros de la Luz,personas que a pesar de todas las dificultades que tienen que padecer para llegar a ese hermoso lugar llamado Universidad, generan esos conocimientos que es el ADN de su futuro, esa células madres que se reproducirán en generaciones y que hacen grandes naciones.
En mi aula siempre discutimos, tenemos grandes diferencias, pensamos diferentes y eso lo hace hermoso.
Es un lugar abierto, donde entran y cabe todo el mundo, donde nos respetamos a pesar de las diferencias, cuando no sabemos algo, no lo inventamos, nos ponemos como tarea investigarlo y discutirlo en la próxima clase.
Me da gusto cuando entran otros estudiantes, entendiendo que no es su clase natural, pero se interesan y opinan con respecto, cuando se interesan en nuevos temas, cuando una tesis genera una antítesis y esto genera otra, más bella forma de generar sabiduría y nuevos conocimientos.
Me gusta cuando me toca la puerta mi colega y hermano Luis Jiménez, para tomarnos un café y no aguanta , se integra con sus grandes conocimientos a la clase, pasamos tanto tiempo compartiendo con esos guerreros de la luz que incluso se nos agota el tiempo para el cafecito, porque hay que entrar a otra mágica experiencia de aprendizaje.
Cuando nos da tiempo de tomarnos el café, seguimos aprendiendo, porque en el cafetín están, más guerreros de la luz, más colegas con la misma responsabilidad de nosotros, que no es otra que se apague nunca la llama de conocimiento, también nos conseguimos con enanos mentales, con pensamientos radicales y poco tolerantes y con fariseos, pero siguen siendo minoría.
En ese espacio hablamos y aprendemos de todo, con más libertad porque no ponemos muchas reglas, es como una especie de protesta irreverente contra el universo, en Paz y con una visión de futuro, lástima que no dura tanto, porque todo el mundo entiende que hay que subir al aula , para dar lo mejor de nosotros en una nueva sesión de diversión y aprendizaje.
No niego que si bien esto se repite y pareciera ser desgastante , es la experiencia más hermosa, luchar por liberar las cadenas de la mediocridad, entender que no es una lucha de un día , si no de muchos días, que se verá recompensado cuando tengamos el título en nuestras manos y mi caso después de pasar varias veces por ahí, ver como esos guerreros de la Luz lo reciben, reconozco que lo ojos de me ponen aguado, me siento orgullosos de ellos y luego de que me piden que les firme el título, le doy vuelta a mi bolígrafo y digo algo que aprendí con mi hermano Luis Jimenez, nos vamos satisfechos por el deber cumplido.
Querido estudiantes, con la misma fuerza y desde la misma manera que lo hacemos en el aula de clase, sigamos luchando, esto no es una lucha de un día,
Tenemos un país que llego a un deterioro total, que tenemos que ver asignaciones que no estaban prevista, que nuestra indiferencia como ciudadanos nos obliga ahora a verlas, pero que con la fuerza que tienen, el hambre de tener un país digno y la fuerza que los caracteriza, sé que lo lograremos revertir esto, por nuestro futuro.
No por casualidad la Universidad es una de las instituciones con más antigüedad y sin duda es la única que durante siglos ha perdurado a lo largo de la historia.
Gracias por esta lucha, gracias por todo lo aprendido, gracias en Nombre de mi Hija, otra guerrera de la Luz como ustedes.
Sigamos con fuerza, En PAZ, con principios y Valores, respetando a los que piensan diferente, sigan irreverente y alocados, pero en PAZ. Vamos Por más …