Israel mató el viernes a un comandante de alto rango de Hezbolá y a varios miembros de la unidad de élite Radwan del grupo en un ataque aéreo contra suburbios del sur de Beirut, informaron el Ejército israelí y una fuente de seguridad libanesa, con lo que escala un conflicto que enfrenta desde hace a las partes.
El Ejército israelí afirmó haber matado a Ibrahim Aqil, a quién identificó como comandante en funciones de la unidad de fuerzas especiales Radwan, y a una decena de altos mandos mientras celebraban una reunión.
Aqil formaba parte del consejo militar de Hezbolá, informaron a Reuters fuentes libanesas.
El ataque infligió otro golpe a Hezbolá después de que el grupo sufrió un atentado sin precedentes a principios de esta semana en el que explotaron localizadores y walkie talkies utilizados por sus miembros, que dejó 37 muertos y miles de heridos. Se cree que el atentado fue perpetrado por Israel, que no ha confirmado ni desmentido su implicación.
Según el Ministerio de Sanidad libanés, el ataque del viernes mató a 12 personas e hirió a otras 66, nueve de las cuales se encontraban en estado crítico. Los equipos de rescate buscaban personas bajo los escombros de dos edificios, según la defensa civil del país.
Las emisoras locales mostraron a grupos de personas reunidas cerca del lugar, e informaron que estaban buscando al menos a 10 personas que habían estado en las inmediaciones y seguían desaparecidas, la mayoría niños.
Hezbolá no hizo declaraciones oficiales sobre el ataque y no confirmó de inmediato que Aqil fuera el objetivo o hubiera muerto.
La coordinadora especial de la ONU para Líbano, Jeanine-Hennis Plasschaert, dijo que el ataque del viernes en una zona densamente poblada de los suburbios del sur de Beirut formaba parte de «un ciclo de violencia extremadamente peligroso con consecuencias devastadoras. Esto debe acabar ya».
El Ejército israelí dijo que Aqil había sido jefe de operaciones de Hezbolá desde 2004 y era responsable de un plan para lanzar un ataque contra el norte de Israel, similar al ataque dirigido por Hamás el 7 de octubre que desencadenó la guerra en Gaza.
«Los comandantes de Hezbolá que hemos eliminado hoy llevaban años planeando su ‘7 de octubre’ en la frontera norte», dijo el jefe del Ejército israelí, general Herzi Halevi.
«Llegamos hasta ellos, y llegaremos hasta cualquiera que amenace la seguridad de los ciudadanos de Israel»
Escombros y autos quemados
El Ejército israelí informó que sonaron sirenas de alerta en el norte de Israel tras el ataque de Beirut. La prensa local reportó un intenso lanzamiento de cohetes.
Hezbolá dijo que había disparado dos veces cohetes Katyusha contra lo que describió como la principal sede de inteligencia en el norte de Israel «que es responsable de asesinatos».
El portavoz de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Kirby, dijo que no tenía conocimiento de ninguna notificación israelí a Estados Unidos antes del ataque de Beirut.
Sin embargo, añadió que «la guerra no es inevitable allí en la Línea Azul, y vamos a seguir haciendo todo lo posible para tratar de evitarla», en referencia a la frontera entre Líbano e Israel.
Las imágenes del ataque en Beirut mostraban un edificio gravemente dañado y la calle sembrada de escombros y coches calcinados.
Es la segunda vez en menos de dos meses que Israel ataca a un alto mando militar de Hezbolá en Beirut. En julio, un ataque aéreo israelí acabó con la vida de Fuad Shukr, otro alto mando militar del grupo.
Estados Unidos había puesto una recompensa de 7 millones de dólares por la cabeza de Aqil por su vinculación con el mortífero atentado contra infantes de marina en Líbano en 1983, según el sitio web del Departamento de Estado estadounidense.
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