La decisión del jueves de Turquía de suspender el comercio con Israel subrayó la creciente presión global que enfrenta ahora el gobierno israeli para poner fin a la guerra en Gaza.
Esto cuando sus líderes insisten en que no pondrán fin a su campaña militar hasta que Hamás haya sido erradicado en la franja y regrese todos los rehenes retenidos.
Benjamín Netanyahu, Primer Ministro de Israel, dijo: “Puedo decirle que estamos decididos a devolver a todos.”
El aislamiento internacional de Israel ha crecido y varios países han degradado o cortado sus vínculos, como hizo Colombia este miércoles. Y otros, incluso Estados Unidos, se han vuelto más abiertamente críticos de su conducta.
Sin embargo, el viernes, la Casa Blanca reiteró su apoyo. Esto ocurre mientras un acuerdo de alto al fuego sigue sin concretarse e Israel continúa planeando su invasión de la ciudad de Rafah.
Karine Jean-Pierre, Vocera de la Casa Blanca, dijo: “No apoyamos eso.»
Añadiéndo:
«Creo que hemos dejado muy claro que hay 1,5 millones de palestinos que buscan refugio allí. Y por eso creemos que esas vidas deben ser protegidas.”
Una ofensiva que, advirtió Naciones Unidas, podría ser catastrófica para cientos de miles de civiles que se refugiaron en la parte sur de Gaza.
Jens Laerke, Vocero de la OCAH, dijo:
“Podría ser una matanza de civiles, pero también, al mismo tiempo, un golpe increíble a las operaciones humanitarias en toda la Franja. Porque se gestiona principalmente desde Rafah.”
Entre tanto, después de dos semanas tumultuosas, universidades en Estados Unidos experimentaron menos protestas pro-Palestina el viernes, aunque hubo algunos nuevos arrestos, incluidos 56 en Nueva York.
La represión policial, junto con los acuerdos de algunas universidades para considerar las demandas de los estudiantes, provocaron escenas más silenciosas en varios campus donde las tensiones habían aumentado a principios de esta semana.