Civiles palestinos en Jan Yunis, en el sur de la Franja de Gaza
– Rizek Abdeljawad / Xinhua News / ContactoPhoto
El Ejército de Israel, que asaltó este jueves el Hospital Naser, en Jan Yunis (suir de Gaza), dijo tener “información creíble” de los servicios de inteligencia de que Hamás mantiene ocultos en ese centro médico a algunos de los rehenes israelíes.
“Disponemos de información creíble procedente de diversas fuentes, incluidos rehenes liberados, que indica que Hamás mantiene rehenes en el hospital Naser de Jan Yunis y que puede haber cuerpos de nuestros rehenes en las instalaciones del hospital”, asegura un comunicado castrense.
El Hospital Naser es el mayor centro médico del sur de Gaza, y el más grande que queda operativo en todo el enclave palestino.
La nota militar agrega que el Ejército también está comprometido a recuperar los cadáveres de los rehenes que retienen los combatientes de Hamás, muchos de los cuales perecieron en bombardeos israelíes.
Según informó horas antes el portavoz del Ministerio de Sanidad de Gaza, Ashraf Al Qudra, “la ocupación israelí” asaltó este jueves el Complejo Médico Naser y lo convirtió “en un cuartel militar tras demoler su muro sur”.
Al Qudra dijo que el Ejército israelí también atacó el departamento de las ambulancias y tiendas de campaña de desplazados internos en el recinto médico.
En su comunicado, el Ejército israelí dijo que también está decidido a recuperar los cadáveres de los rehenes que retienen los combatientes de Hamás, muchos de los cuales perecieron en bombardeos israelíes.
Se cree que han fallecido unos 30 de los alrededor de 130 rehenes israelíes de los que todavía no se sabe nada tras su captura el 7 de octubre por Hamás, que ese día atacó Israel por sorpresa y mató a 1.200 personas. lo que fue el detonante para el estallido de la guerra en Gaza.
El Ejército israelí insistió en que ha demostrado que otros hospitales de Gaza como Al Shifa, Al Rantisi o Al Amal, asaltados y desmantelados por Israel, “han sido sistemáticamente usados por Hamás como centros de terror”.
“Más del 85% de las principales instalaciones médicas de Gaza han sido utilizadas por Hamás para operaciones terroristas”, asegura el Ejército, que ha sido muy criticado por la comunidad internacional por sus ataques contra servicios, instalaciones e infraestructura civil en Gaza, que ha abocado a la población a una catástrofe humanitaria, según han denunciado numerosas ONG.
El portavoz del Ministerio de Salud de Gaza había indicado previamente que “al amanecer de hoy y bajo bombardeos”, los soldados impusieron “por la fuerza” la evacuación de parte de desplazados y familiares del personal médico que permanecían en el centro.
También ordenaron a los equipos médicos el traslado de todos los pacientes, “incluidos los de cuidados intensivos y pediatría”, a moverse a un edificio concreto del hospital, tarea casi imposible para seis enfermos que requieren respiración asistida.
Según fuentes médicas contactadas por EFE, los soldados israelíes han ocupado la segunda planta del complejo médico y han pedido a todas las personas, incluido a los equipos médicos que abandonen las plantas superiores y desciendas a los pisos más bajos.
La misma fuente apuntó vía telefónica, que un gran número de perros del Ejército habían sido soltados por distintas zonas del complejo.
Desde hace más de 25 días, las autoridades sanitarias denuncian el cerco de las fuerzas israelíes entorno al Naser, y el pasado martes el Ejército ordenó la evacuación de 10.000 gazatíes que se refugiaban en el recinto médico.
Según Sanidad, hasta hoy seguían unos 1.500 desplazados en el hospital, donde la situación es “catastrófica”,además de unos 190 miembros del personal sanitario y unos 300 familiares suyos.
Entre los enfermos ingresados, “hay 273 pacientes que no pueden moverse”, 18 de los cuales están en cuidados intensivos y 35 en diálisis, lo que dificultaba su evacuación ante la orden israelí.
Asimismo, las aguas residuales están inundando el servicio de urgencias y los desechos médicos y no médicos se acumulan en los departamentos y patios del complejo, según Sanidad.
Los congregados dentro del recinto también se quedaron sin agua potable o comida, y casi no había fármacos ni suministros médicos “para cuidados intensivos, operaciones o emergencias”. EFE