En algunas de las zonas más afectadas de Florida el nivel del mar se elevó hasta 3 metros, lo que combinado con los fuertes vientos causó graves inundaciones y destrozos.
El estadio de béisbol Tropicana de San Petersburgo, sede del equipo de los Bay Rays de las Ligas Mayores, perdió su techo por los vientos del huracán.
Cerca de ahí, la sede un diario local resultó dañada cuando una grúa cayó sobre ella.
Los daños en la infraestructura eléctrica provocaron que más de tres millones de hogares y negocios se quedaran sin energía la mañana de este jueves.
Las empresas eléctricas han pedido paciencia mientras sus trabajadores reparan los postes y el cableado caído.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, hizo un llamado a los residentes de las áreas afectadas a no salir al exterior, para no dificultar las tareas de rescate y evitar accidentes con la infraestructura eléctrica caída y las aguas de las inundaciones.