El teniente coronel Igbert Marín Chaparro, quien permanece preso desde el año 2018 en la sede de la Dirección de Contrainteligencia Militar (Dgcim) en Boleíta, Caracas, sigue en protesta para exigir el respeto a sus derechos humanos.
Así lo hizo saber el abogado y activista de derechos humanos, Edgard Simón Rodríguez, a través de una nota de prensa.
El defensor legal indicó que el hecho de que no le permitan a Marín Chaparro la visita de sus familiares directos, significa “un maltrato psicológico que está prohibido no solo en la ley nacional, sino en distintos tratados y convenios internacionales”.
A Marín Chaparro le niegan las visitas generales. Mientras que a otros solo las de padres, cónyuges, hijos o hermanos. Cero visitas de amistades.
El abogado también agrega que a los privados de libertad también les restringen el derecho de salir al patio a recibir un poco de sol a diario.