Un par de invitados no deseados y destructivos llamados Helene y Milton han irrumpido en las elecciones presidenciales estadounidenses de este año.
Los huracanes consecutivos han desordenado las agendas de la demócrata Kamala Harris y el republicano Donald Trump, quienes dedicaron parte de sus últimos días a abordar preguntas sobre el esfuerzo de recuperación de la tormenta.
Los dos huracanes están forzando preguntas básicas sobre quién, como presidente, respondería mejor a los desastres naturales mortales, un problema que antes era pasado por alto y que hoy se ha convertido en una parte cada vez más rutinaria del trabajo. A menos de un mes de las elecciones del 5 de noviembre, las tormentas han alterado la mecánica de la votación en varios condados clave.
La vicepresidenta Harris está tratando de usar esto como una oportunidad para proyectar liderazgo, apareciendo junto al presidente Joe Biden en reuniones informativas y pidiendo cooperación bipartidista. El expresidente Trump, en tanto, está tratando de aprovechar el momento para atacar la competencia de la administración y cuestionar si está reteniendo ayuda para las áreas republicanas, a pesar de que no hay evidencia de tal comportamiento.
A la presión se suma la necesidad de proporcionar más dinero a la Administración de Pequeñas Empresas y la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA), lo que requeriría que los republicanos de la Cámara de Representantes trabajen de conjunto con la administración demócrata. Biden dijo el jueves que los legisladores deberían abordar de inmediato la situación.
Timothy Kneeland, profesor de la Universidad Nazareth en Rochester, Nueva York, y un estudioso del tema, valoró: “Lidiar con crisis consecutivas pondrá a FEMA bajo un mayor escrutinio y, por lo tanto, la administración Biden estará bajo la lupa en los días previos a las elecciones”.
“La vicepresidenta Harris debe empatizar con las víctimas sin alterar el cronograma de la campaña y brindar un mensaje consistente sobre la devastación generalizada que hace que el trabajo de FEMA sea aún más desafiante de lo normal”, dijo Kneeland.
Trump y Harris ya han viajado por separado a Georgia para evaluar los daños causados por el huracán y prometer apoyo, y Harris ha visitado Carolina del Norte, lo que ha obligado a los candidatos a cancelar los actos de campaña en otros lugares y a utilizar el tiempo, un recurso precioso en las últimas semanas antes de cualquier elección. Georgia y Carolina del Norte son campos de batalla políticos, lo que aumenta desde allí las apuestas.
Se ha modificado el lenguaje de la campaña
Las consecuencias del huracán también son evidentes en los actos de campaña de los candidatos.
El jueves, la primera pregunta que recibió Harris en un foro público de Univisión en Las Vegas provino de un trabajador de la construcción y votante indeciso de Tampa, Florida. Ramiro González preguntó sobre los rumores de que la administración no ha hecho lo suficiente para apoyar a la gente después de Helene, y si la gente en la trayectoria de Milton tendría acceso a la ayuda, una señal de que el mensaje de Trump está teniendo calando entre algunos votantes potenciales.
Harris ha denunciado el nivel de desinformación que circula por parte de los republicanos, pero su respuesta más completa reveló la dinámica en juego a pocas semanas de una elección.
«Tengo que subrayar que este no es un momento para que la gente juegue a la política», aseveró.
El mismo día, Trump abrió su discurso en el Detroit Economic Club elogiando a los gobernadores republicanos de los estados afectados y criticando a la administración Biden-Harris.
“Han dejado que esa gente sufra injustamente”, dijo sobre los afectados por Helene en Carolina del Norte.
Sistemas de votación afectados
Las tormentas también han alterado el proceso de votación en algunos lugares. La Junta Estatal de Elecciones de Carolina del Norte aprobó una resolución para ayudar a votar a la gente de los condados afectados del estado. Florida permitirá a algunos condados una mayor flexibilidad para distribuir las papeletas de votación por correo y cambiar los lugares de votación para el sufragio en persona. Pero un juez federal en Georgia dijo el jueves que el estado no necesita reabrir el registro de votantes a pesar de las interrupciones causadas por Helene.
La tensión y la controversia han comenzado a prevalecer sobre la respuesta al desastre, y Biden dijo el miércoles y el jueves que Trump ha difundido falsedades que son “antiestadounidenses”.
Candace Bright Hall-Wurst, profesora de sociología en la Universidad Estatal del Este de Tennessee, dijo que los desastres naturales se han politizado cada vez más, y que a menudo se centran más en los políticos que en las personas necesitadas.
“Los desastres se politizan cuando tienen valor político para el candidato”, dijo. “Esto no significa que la politización sea beneficiosa para las víctimas”.
Como candidata demócrata, Harris de repente ha sido una parte importante de la respuesta a los huracanes, un papel que tradicionalmente no ha involucrado a los vicepresidentes en administraciones anteriores.
El jueves, participó de modo virtual en una reunión informativa en la Sala Situacional sobre Milton mientras estaba en Nevada para actividades de campaña. Se ha reunido en encuentros sobre los planes de respuesta y el miércoles participó por teléfono con CNN en vivo para hablar sobre los esfuerzos de la administración.
En una aparición el miércoles con Biden para hablar sobre Milton antes de que tocara tierra, Harris sutilmente vinculó los temas con sus políticas de campaña para detener la especulación con los precios de los alimentos y otros productos.
“Cualquier empresa o individuo que pueda usar esta crisis para explotar a personas que están desesperadas por ayuda, utilizando fraudes ilegales o especulación con los precios, ya sea en la gasolinera, el aeropuerto o el mostrador del hotel, debe saber que estamos monitoreando estos comportamientos y la situación sobre el terreno muy de cerca y cualquiera que se aproveche de los consumidores cargará con esa responsabilidad”, dijo.
Harris advirtió que Milton “representa un peligro extremo”. Tocó tierra en Florida el miércoles por la noche y dejó a más de 3 millones de personas sin electricidad. Pero la marejada ciclónica nunca alcanzó los mismos niveles que Helene, que provocó aproximadamente 230 muertes y durante un período prolongado dejó partes montañosas de Carolina del Norte sin acceso a electricidad, servicio de telefonía celular y carreteras.
Desinformación sobre Helene
Trump y sus aliados han aprovechado las consecuencias de Helene para difundir información errónea sobre la respuesta de la administración. Sus afirmaciones incluyen declaraciones de que las víctimas solo pueden recibir 750 dólares en ayuda, así como acusaciones falsas de que los fondos de respuesta de emergencia se desviaron para los migrantes.
El expresidente dijo que la respuesta de la administración a Helene fue peor que la muy criticada gestión del huracán Katrina por parte de la administración de George W. Bush en 2005, que provocó casi 1.400 muertes.
“Este huracán ha sido malo; Kamala Harris los ha dejado varados”, dijo Trump en un reciente mitin en Juneau, estado de Wisconsin. “Esta es la peor respuesta a una tormenta o una catástrofe o un huracán que hayamos visto jamás. Probablemente peor que Katrina, y eso es difícil de superar, ¿verdad?”.
Cuando se le preguntó sobre el pensamiento estratégico de la campaña de Trump sobre enfatizar la respuesta al huracán, la secretaria de prensa de la campaña, Karoline Leavitt, dijo que refleja un patrón de “liderazgo fallido” por parte de la administración Biden que también incluye la retirada de las tropas estadounidenses de Afganistán y la seguridad en la frontera sur de Estados Unidos.
John Gasper, profesor de la Universidad Carnegie Mellon que ha investigado las respuestas del gobierno a los desastres naturales, dijo que las víctimas de las tormentas generalmente quieren asegurarse ante todo de recibir la ayuda que necesitan.
“Estos desastres, en esencia, terminan siendo buenas pruebas de liderazgo para los funcionarios locales, estatales y federales en cuanto a cómo responden”, dijo.
Pero Gasper señaló que la política estadounidense se ha polarizado tanto y que otros temas, como la economía, están dando forma a las elecciones, de modo que el debate que actualmente genera tanta tensión entre Trump y la administración Biden podría no importar tanto el día de las elecciones.
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