El amanecer de hoy viernes reveló el alcance de la destrucción causada por el huracán Helene en varias ciudades de Florida y Georgia, con árboles caídos y líneas eléctricas esparcidas por las carreteras, y viviendas con múltiples daños.
En Florida, el gobernador Ron DeSantis confirmó la muerte de un conductor cuyo automóvil fue golpeado por escombros, así como de otro que fue golpeado por un árbol caído y advirtió que era probable que aumentara el número de fallecidos en el estado: “En los primeros informes que recibimos, los daños en los condados que realmente estaban en el ojo de la tormenta excedieron los daños de Idalia y Debbie combinados. Entonces, como mencioné, tenemos muchas personas que están en el suelo, en el agua, trabajando en búsqueda y rescate” declaró.
En el estado de Georgia, más de 35 horas de lluvia continua han provocado inundaciones en zonas del centro de la ciudad de Atlanta. Siguen los rescates y evacuaciones. El agua llegó hasta el segundo piso de algunos edificios: “Ni siquiera esperaba que fuera algo así. Tengo mucho tiempo viviendo aquí, pero nunca esperé esto. Esto está más allá de mis sueños, esto es muy loco, además me siento muy mal con los carros de la gente que están bajo el agua”, indicó Emma Taylor, residente del estado.
De igual forma, Tom Jackson destacó que muchas personas se ven imposibilitadas de salir a trabajar: “Cuando me desperté esta mañana, me desperté con las bocinas sonando y miré por la ventana y vi esto y vi mis autos y no podía ir a trabajar, así que notifiqué a mi trabajo y les avisé y tomé fotografías y todo» aseveró.
Aunque ya degradada a tormenta tropical, las autoridades prevén que la amenaza de Helene se mantendrá mientras apenas comienzas las arduas tareas de rescate y búsqueda de víctimas, algunas de ellas personas mayores que no quisieron evacuar.