Alba Marina Escobar, hermana del narcotraficante colombiano Pablo Escobar, reveló detalles inéditos del extinto capo en una entrevista con la revista Semana dada a conocer este jueves. Habló, entre otras cosas, de la cercanía con su hermano, su fortuna, su testamento y su herencia.
Alba asegura que ayudaba a Pablo a pagar los impuestos, le hacía las declaraciones de renta, e incluso, a veces, contaba a mano su dinero. También fue su confidente y su consejera, y en muchas veces logró evitar que se enfrascara en una pelea o cobrara venganza. «Estoy segura que le salvé la vida a mucha gente porque yo hablaba, yo hablaba con él y le hacía ver las cosas».
De acuerdo con sus palabras, el narco no manejaba dinero en efectivo y los encargados de hacerlo eran sus guardaespaldas y la gente que andaba con él. «Pablo no era pegado al dinero. El dinero de Pablo era para la gente». Según ella, la «impresionante» cantidad de dinero que acumuló Escobar durante su carrera delictiva «lo invirtió más que todo en la gente» y en la guerra que libró contra el cártel de Cali y con EE.UU., específicamente con la DEA, la CIA.
El testamento
Su hermana también manejó las propiedades del exlíder del cártel de Medellín, que oficialmente «tenían los testaferros porque a nosotros tampoco nos convenía tener propiedades a nuestro nombre». Aunque ella tenía «el ‘penthouse’ de soltero de él», se lo entregó a la esposa de Pablo, Victoria Eugenia Henao. «No soy ambiciosa, no quiero tener cosas que no son mías. Pablo me lo había regalado, pero ella me lo reclamó y le dije: ‘Tome, téngalo’».
También afirma que conserva el testamento de Pablo, el cual escribió varios años antes de su muerte, ocurrida en diciembre de 1993. Escobar pensaba dejar a su hija menor, Manuela, «las joyas y las obras de arte» y a sus hermanos y a sus padres la cuarta parte de su fortuna «de libre disposición». Lo demás quedaría en manos de Victoria.
«Yo le dije: ‘Pablo, yo no quiero plata de muerto, deme todo lo que me vaya a dar en vida’». Y él me respondió: ‘Usted sabe que los mafiosos mueren jóvenes’», recuerda ella, comentando que si bien mandó copia del documento a sus familiares, «ese testamento nunca se cumplió».
«Espectacular herencia»
Alba reitera que nunca fue ambiciosa y que la «espectacular herencia» que le dejó Pablo fue haberle enseñado a leer y haberla valorado como la valoró. «Para mí eso es más valioso que cualquier cantidad de millones de dólares», dice.
Al mismo tiempo, comentó que aún conserva algunas pertenencias de su hermano, como camisetas, zapatos, pantalones, una barba postiza y «la libreta donde tenía los nombres y las direcciones de los enemigos». Señaló que, tras la muerte de Pablo, se dedicó a recorrer las «caletas» —escondites para diversos fines ilícitos— que conocía de él y ahí encontró «muchas cosas».
«No me los quiero encontrar jamás»
Aunque inicialmente, en la entrevista, dijo no haber encontrado «ni un dólar» en esos sitios secretos, luego recordó haber descubierto «como 1,5 millones de dólares», que entregó a la viuda, Victoria. «Ella [Victoria] dice que está aguantando hambre, pero yo no sabía que el hambre engordaba», añadió entre risas.
Alba Marina, que afirma vivir hoy en «mucha paz y mucha tranquilidad», asegura no tener ninguna relación ni con Victoria ni con sus hijos. «No los considero mis sobrinos por lo mal que han hablado de Pablo, pese lo bueno que él fue con ellos. Además, dijo que uno de ellos, Juan Pablo Escobar Henao, la había acusado de robar «una caleta con miles de millones de dólares»; algo que desmintió. «No me los quiero encontrar jamás en la vida», manifestó sobre todos ellos, añadiendo que poco sabe de sus vidas porque «no me interesa saber».
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