María del Pilar Armas es una madre, esposa y educadora venezolana que se vio obligada a huir de Caracas cuando apenas comenzaba a disfrutar de la vida en familia en su amada Venezuela.
“Decidimos emigrar aquí a Colombia, debido a dos secuestros que sufrimos mi familia y mis hijos allá en Caracas, y adicionalmente a la inseguridad, la escasez tomamos la decisión de emigrar y hacer vida en otra parte”.
En #SoyVenezolano @Pilareskita82 le cuenta a @nandasalas cómo la migración le robo la vida al padre de sus hijos, cómo logró levantarse de esa pérdida, y cómo luego de muchas lágrimas volvió a casarse, escribió un libro y fundó una institución educativa en Colombia.
“Allí atendemos a población vulnerable y adicionalmente empezamos a atender a migrantes venezolanos”, cuenta con orgullo.
Se siente etiquetada por ser venezolana, pero ha sabido adaptarse a la idiosincrasia del bogotano.
“Cuando tú hablas de cambures y ellos hablan de bananos, cuando yo hablo de lechosa ellos hablan de papaya, cuando yo hablo de parchita, ellos me responden maracuyá”.
Para María del Pilar emigrar ha sido uno de los retos más intensos que le ha tocado asumir, y de los más satisfactorios. Está convencida de que el aprendizaje ha sido mayor al sufrimiento, porque “si tu sales de tu país y no te reinventas, mueres en el intento”.
“Cuando te mudas y te das cuenta de que estas solo empieza como a valorar eso que tanto tenías y que ahora no tienes, y te das cuenta de lo importante que era eso en tu vida, lo significativo que eso te hacía como parte de algo”.
Conoce su historia en #SoyVenezolano