El exvicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra ha instado al PSOE a dar una «respuesta contundente» al concierto económico de Cataluña, pactado con ERC en el marco de la investidura del socialista Salvador Illa, recalcando que es un «atropello» y un «latrocinio que elimina la solidaridad entre los españoles».
«El acuerdo con los independentistas de Cataluña destruye la concepción del Estado que establece la Constitución de 1978. Y lo hace de manera fraudulenta, sin atenerse a las reglas exigidas para cambiar la Constitución», ha asegurado el exdirigente socialista en una entrevista concedida al diario ‘El Mundo’, recogida por Europa Press.
Para Guerra, el objetivo del concierto económico, que saca a Cataluña de la caja común con otras comunidades, «es favorecer» a unas regiones «en detrimento de otras». A su juicio, «es muy grave» que no haya una «respuesta contundente» del PSOE. «Los socialistas no pueden apoyar un latrocinio que elimina la solidaridad entre los españoles; los socialistas no pueden amparar la desigualdad», ha defendido.
El exvicepresidente ha recordado que el PSOE se convirtió en «el partido de los andaluces» cuando defendió la igualdad en el referéndum de 1981. «Si ahora los socialistas no impiden este atropello estarán trabajando para la derecha, les regalará al PP convertirlo en el partido que defiende a los andaluces», ha avisado.
HACIA LA INDEPENDENCIA DE CATALUÑA
Guerra ha reprochado las palabras del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien defendió que el pacto ERC-PSC es un paso «incuestionable» en la «federalización» del estado autonómico, pues, en su opinión, «no dicen la verdad». «Es un camino hacia la confederación, hacia la independencia de Cataluña», ha alertado.
En este sentido, el exvicepresidente ha reconocido situarse muy cerca de otros dirigentes del partido, como Emiliano García-Page (Castilla-La Mancha), Javier Lambán (Aragón) o Miguel Ángel Gallardo (Extremadura); los barones del PSOE más críticos con un concierto catalán.
Sobre la situación en Venezuela, Guerra ha reivindicado que en el país «ha triunfado la democracia», a la vez que ha afeado la «tiranía» del actual presidente, Nicolás Maduro, que se niega a «entregar el poder». Así, ha señalado que cree que la «dilación» en la entrega de las actas electorales «apunta a que las está falsificando».
HAY QUE PRESIONAR A MADURO
Por ello, ha reclamado a los gobiernos democráticos a que «presionen» para que «el dictador entregue el poder a la oposición» porque ha ganado las elecciones.
En este contexto, ha cuestionado la labor del expresidente José Rodríguez Zapatero en Venezuela. «Algunos con etiquetas de izquierda llevan años queriendo hacer pasar a Maduro como un político revolucionario progresista», ha lamentado, para después añadir que «un expresidente español apoye a un sátrapa nunca puede tener una explicación decente». «Tal vez no puede hablar a causa de lo que puedan decir sus amigos del régimen», ha zanjado.