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La miniserie de Netflix, estrenada hace algunas semanas y protagonizada por Sofía Vergara, ha puesto el foco en la vida de Griselda Blanco, una famosa narcotraficante que por años atemorizó a Miami, Florida debido a sus actividades delictivas. Su vida criminal terminó en 1985 cuando fue detenida en California, pero no muchos conocen exactamente en qué ciudad y cómo es dicho lugar.
Por El Tiempo
Tras años de investigación, la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) detuvo a Griselda Blanco en Irvine, California, una de las comunidades urbanas planificadas más grandes de Estados Unidos que abarca alrededor de 104 kilómetros cuadrados.
Irvine, California, el lugar en donde detuvieron a la “reina de la cocaína”. Foto: visitcalifornia
Esta pequeña ciudad está ubicada en el corazón del condado de Orange y se encuentra al lado del aeropuerto internacional John Wayne que registra decenas de vuelos diarios. La comunidad se ha ido conformando poco a poco, de hecho no tiene una larga tradición. De acuerdo con su sitio de gobierno, fue constituida como ciudad en diciembre de 1971 bajo las leyes generales del estado de California.
Entre sus atractivos está el Great Park, reconocido como uno de los parques metropolitanos más modernos del mundo que fue diseñado para rendir homenaje a la historia militar de la base aérea que ocupaba dicho lugar.
Aunque no se trata de un destino muy conocido, poco a poco ha ido ganando popularidad por ofrecer distintos atractivos turísticos familiares, además de una gran oferta culinaria y actividades para todos los gustos.
Great Park en Irvine, California. Foto: visitcalifornia
Irvine está a unos dieciséis kilómetros de varias playas y parques de diversiones. Cuenta también con distintas opciones para realizar actividades al aire libre en sus veintidós parques comunitarios, mientras que en Spectrum Center hay una rueda de la fortuna gigante desde la cual es posible disfrutar del panorama de día o de noche.
El fin de Griselda Blanco en California
Griselda Blanco se estableció en Irvine, donde pudo esconderse por años y continuar dirigiendo su organización criminal, la cual, según un artículo publicado en The New York Times, distribuyó en Estados Unidos más de nueve kilos de cocaína por semana entre 1972 y 1974 lo que equivaldría un valor de US$2’500.000 semanales.
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