El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció este miércoles que decidió llevar el ingreso mínimo integral indexado de los trabajadores a 130 dólares mensuales, pero no especificó si el ajuste impactará en el salario.
“He decidido subir el ingreso mínimo integral de los trabajadores a 130 dólares el mínimo, y que impacte crecientemente, aumente en la capacidad de los trabajadores, indexado”, dijo el miércoles en un acto transmitido por el canal del Estado, Venezolana de Televisión.
“Este año, de enero a mayo, hemos impactado el 86 % el ingreso mínimo integral de los trabajadores. Paso a paso, poco a poco, vamos lejos y vamos a recuperar el ingreso de los trabajadores”, afirmó Maduro.
Dirigentes sindicales venezolanos han denunciado que el gobierno ha implementado una política de “bonificación del salario” sin incidencia en prestaciones sociales, pasivos laborales o vacaciones y exigen un sueldo mínimo mensual no menor a 200 dólares, que permita cubrir necesidades básicas.
El diputado y exministro de Trabajo, Francisco Torrealba, aclaró que el equivalente en bolívares de los 130 dólares se distribuirá en 90 dólares de bono contra la guerra económica y 40 de bono de alimentación.
El último aumento salarial decretado por el gobierno de Maduro fue en marzo de 2022, cuando el sueldo mínimo fue ubicado en 130 bolívares, el equivalente a unos 30 dólares mensuales a tasa oficial en ese entonces. Hoy, tras la devaluación del bolívar, son 3,56 dólares, poco más de lo que cuesta una docena de huevos.
El año pasado, Maduro, que durante los últimos años ha atribuido la crisis económica a las sanciones de Estados Unidos, decretó ajustes en las bonificaciones, pero al igual que hoy, tampoco hubo incremento del salario.
En enero de este año llevó a 100 dólares mensuales las bonificaciones que conforman el ingreso mínimo integral de los trabajadores activos del sector público: el denominado “bono de guerra”, una suerte de subsidio que reciben empleados públicos, jubilados y pensionados, se fijó en 60 dólares mensuales, mientras que el bono de alimentación, con el que los trabajadores compran alimentos, en 40 dólares.
Sin embargo, los al menos 5.500.000 pensionados no gozan del bono de alimentación y tampoco los jubilados.
María, una mujer de 97 años que participó este miércoles en una movilización de trabajadores, rechazó el monto de la pensión que recibe en un país con una de las tasas de inflación más elevadas del mundo. En 2023 cerró en 189,8 % según el Banco Central de Venezuela (BCV)
“Los bonos no son salarios; no nos interesan los bonos, nos interesa el sueldo. Ni un cartón de huevos compro, porque eso no alcanza”, dijo consultada por la Voz de América.
Los bonos no son salarios; no nos interesan los bonos, nos interesa el sueldo”
Maduro, además, anunció que esta semana será introducido en el Parlamento de mayoría oficialista un proyecto de ley para que las empresas privadas hagan un aporte especial mensual, de acuerdo a sus ingresos netos, con el objetivo de mejorar los ingresos de los pensionados.
De acuerdo con cálculos del Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM), en enero de este año la canasta alimentaria familiar se ubicó en 535,23 dólares.
Las remuneraciones en el sector privado, referidas a al comercio y los servicios del Area Metropolitana de Caracas, se promediaron en 225 dólares durante el primer trimestre de este año, según estimaciones del Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF), un ente de expertos independientes.
“Las remuneraciones mensuales fueron las siguientes: obreros 205 dólares, profesionales y técnicos 332 dólares y gerentes 485 dólares”, expone un reporte que evidencia una importante disparidad en comparación con otras zonas evaluadas del país.
Movilización y agresión
En general, las manifestaciones del oficialismo y sindicatos autónomos que se movilizaron el miércoles para conmemorar el Día Internacional del Trabajador transcurrieron en calma en el país, pero, en Caracas, un grupo de motorizados identificados como simpatizantes del gobierno agredieron a trabajadores que intentaban movilizarse hasta el centro de la ciudad, pudo constatar la Voz de América.
Agentes de la fuerza pública que impidieron el paso de la movilización no actuaron para evitar la confrontación, denunció el Programa Venezolano de Educación Acción en Derechos Humanos (Provea), una de las organizaciones defensoras de derechos fundamentales más antiguas del país que divulgó videos en los que se evidencian los momentos de tensión.
“Venimos a protestar nuestro derecho a un sueldo digno y la policía y los colectivos del gobierno lo que hacen es caernos a palos. Nos tienen sometidos, no quieren ayudarnos, el problema de nosotros es discutir nuestro salario”, dijo a VOA, Juan Martínez, un miembro de la Red Sindical venezolana.
En años recientes cientos de jubilados, profesores, médicos, enfermeras y, en general, trabajadores del sector público, han tomado incesantemente las calles para exigir reivindicaciones laborales y salariales.
Pero, consecuencia de la “criminalización, represión, judicialización, desgaste y contexto preelectoral”, las protestas se redujeron durante el primer trimestre de este año, de acuerdo al el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS), que documentó 448 protestas laborales, una cifra muy inferior a las 2.165 registradas en el mismo período del año pasado.
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