«Un acuerdo ya», es el clamor de las familias y amigos del centenar de rehenes que quedan dentro de la Franja de Gaza desde hace más de un año, pero que este fin de semana cobra más fuerza tras la muerte del líder de Hamás y cerebro de los ataques del 7 de octubre de 2023, Yahya Sinwar, visto por muchos como un obstáculo para lograr un pacto de tregua.
Los familiares de los 97 secuestrados por Hamás el 7 de octubre de 2023 que aún siguen en el enclave -al menos 34 de ellos muertos- creen que el gobierno del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, debe aprovechar este momento para impulsar la vía diplomática y retomar las negociaciones por una tregua que permitan el retorno de todos los cautivos.
«Han pasado 379 días desde aquel sábado negro. Hoy ya soy libre pero no puedo olvidar ese día que fui secuestrada con mis hijos y mi amado esposo, que luego fue asesinado y su cuerpo permanece retenido en Gaza. El dolor de no poder enterrarlo aquí, en nuestra casa, como se merece, nunca termina», relató Meirav Tal, liberada durante la tregua del pasado noviembre, la única hasta la fecha, tras 53 días de cautiverio.
Tal expresó su preocupación por que el mundo se esté olvidando de los rehenes, pero consideró que la muerte del «psicópata Sinwar supone un rayo de luz» para reanudar los esfuerzos diplomáticos, ya que el implacable líder islamista dirigía con mano dura las negociaciones desde los túneles de Gaza.
También está retenido en la Franja el cadáver de Idan Shtivi, cuya muerte fue confirmada por las autoridades israelíes este 7 de octubre, justo un año después de que fuera asesinado por milicianos de Hamás en el festival de música Nova -donde se produjo una matanza de unas 370 personas- y llevado a Gaza.
«Debemos aprovechar esta oportunidad»
«Debemos aprovechar esta oportunidad y traerlos de vuelta ahora, antes de que sea demasiado tarde. No nos perdonaremos si la desaprovechamos. Y para ti, Sinwar, tengo un mensaje: pensaste que tendrías éxito en dividirnos, en arruinarnos, pero fallaste. Seguimos siendo un solo pueblo», señaló su padre Eli en el acto por los secuestrados de cada sábado, el primero tras la muerte del sanguinario líder de Hamás.
«Lo que nos unirá más que cualquier otra cosa es la reunificación de las familias con sus rehenes. De los vivos para su rehabilitación y de los asesinados para su entierro», añadió Eli entre lágrimas.
Después de más de un año de marchas, homenajes, vigilas y protestas, la afluencia a los actos de cada sábado ha decaído, pero hoy logró reunir a más de 500 personas en una céntrica plaza de Tel Aviv, rebautizada Plaza de los Rehenes.
«La sangre de mis buenos amigos aún no se ha secado en las manos de Sinwar. Junto con sentimientos de alivio, no siento alegría ni sed de venganza. Solo tengo expectativas y esperanza. Estamos contentos por este éxito militar, pero muy preocupados por todos los rehenes que aún se encuentran en poder de Hamás», dijo Simona Steinbrecher, madre de la rehén Doron, aún cautiva.
Simona también exigió al gobierno israelí, líderes mundiales y mediadores aprovechar este momento: «Presionen con fuerza a Hamás. Traer a los rehenes a casa es la única manera de detener los combates y hacer que toda la región sea más pacífica».
Alto en fuego
Los llamamientos a volver a la mesa de negociación y por un alto el fuego también se han oído en los últimos días de parte del presidente del Estado de Israel, Isaac Herzog, políticos de la oposición y líderes internacionales como el presidente estadounidense, Joe Biden; la videpresidenta, Kamala Harris, o la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen.
Sin embargo, Netanyahu afirmó tras la muerte de Sinwar que la guerra sigue adelante, aunque era «el principio del fin» y anoche reunió a su gabinete de seguridad pero no se abordó la posibilidad de reanudar las conversaciones para una tregua.
«Ahora, ahora, ahora», fue la palabra que la multitud gritó, como desde hace un año, para exigir el retorno de todos los rehenes, para lo que Hamás exige la total retirada de las tropas israelíes de la Franja y un alto el fuego permanente, condiciones que Netanyahu no está dispuesto a ceder.
De hecho, la ofensiva militar israelí en la Franja de Gaza no da tregua y centrada de nuevo en el campo de refugiados de Yabalia, cercado e incomunicado durante 15 días con casi 500 muertos, y con todos los hospitales del norte asediados por las tropas israelíes, los partes de guerra siguen dando fe de más muerte y destrucción.
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