La expresidenta argentina Cristina Fernández asumió el miércoles la presidencia del peronismo, el principal partido opositor al Gobierno del libertario Javier Milei, que esta semana cumplió un año como presidente del país sudamericano, con elevados índices de popularidad.
Fernández tomó las riendas del Partido Justicialista (PJ) en un acto en la capital Buenos Aires, con la intención de centralizar la conducción del PJ, que se fragmentó tras perder las elecciones presidenciales del 2023 contra Milei, hasta ese momento solo un excéntrico comentarista económico.
«Asumo esta presidencia a un año del Gobierno de Milei», dijo Fernández, que busca volver al centro de la escena política y del PJ tras ocupar un rol secundario en las presidenciales del año pasado, que tuvieron al exministro de Economía, Sergio Massa, como candidato del PJ.
La derrota ante Milei causó un fuerte sismo dentro del peronismo.
Fernández fue presidenta argentina durante dos mandatos consecutivos entre el 2007 y el 2015, y en su pico de poder político condujo sin cuestionamientos al peronismo, el partido dominante en Argentina desde su fundación hace 80 años, en particular su rama de centroizquierda.
Sin embargo, la exmandataria fue condenada el mes pasado por fraude al Estado por un tribunal superior de Argentina, con otras causas judiciales pendientes. Y si bien aún puede apelar a la Corte Suprema, el apoyo a la líder política se ha reducido en los últimos años a su núcleo más radical.
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