Los fiscales del juicio penal de Donald Trump en Nueva York sentaron las bases este viernes para la esperada audiencia que tendrá lugar el lunes: el testimonio del abogado y mediador político del expresidente de Estados Unidos, Michael Cohen, quien ahora se ha vuelto contra Trump.
El nombre de Cohen ha sido mencionado casi a diario durante tres semanas de testimonios, a menudo descrito como exigente, volátil y profano y siempre leal a Trump, hasta que dejó de serlo y se convirtió en el testigo clave de la Fiscalía, fundamental en sus esfuerzos para persuadir a los 12 miembros del jurado de condenar al exmandatario por los 34 cargos que enfrenta.
Cohen ha continuado atacando a Trump con virulencia en TikTok durante el juicio, a pesar de la solicitud de los fiscales de que dejara de hacerlo. Pero tres días antes de su testimonio, el juez de la Corte Suprema de Nueva York Juan Merchan, a pedido del abogado de Trump, Todd Blanche, ordenó este viernes a Cohen que detuviera sus comentarios ácidos sobre Trump.
Trump es ahora el presunto candidato presidencial republicano de 2024 en las elecciones de noviembre y, al mismo tiempo, un acusado penal. Cohen aprovechó eso en uno de sus comentarios en redes sociales, diciendo: «¿Trump 2024? Más como Trump 20-24 años».
Cohen, dicen la fiscalía y varios testigos, realizó un pago de 130.000 dólares para garantizar el silencio de la actriz de cine porno Stormy Daniels para evitar que hablara sobre su presunto encuentro de una noche con Trump durante un torneo de golf de celebridades en 2006, justo cuando los votantes se dirigían a las urnas en 2016 para elegir al republicano para un mandato de cuatro años en la Casa Blanca.
Trump, el primer expresidente que enfrenta cargos penales, está acusado de falsificar registros comerciales en su conglomerado inmobiliario Organización Trump, alegando que los 130.000 dólares pagados en segmentos mensuales a Cohen en 2017 eran por su trabajo legal, no un reembolso por el dinero que pagó a Daniels de su línea de crédito personal sobre el valor líquido de su vivienda.
Cohen afirma que los reembolsos que se le hicieron fueron falsificados por orden de Trump.
Los fiscales esperan que Cohen diga al jurado que él y Trump hablaron sobre el plan de reembolso en una reunión en febrero de 2017 en la Oficina Oval de la Casa Blanca, menos de tres semanas después de que Trump asumiera el cargo.
La fiscalía afirma que Trump intentó ocultar el verdadero propósito del reembolso a Cohen, ocultando a los votantes el reclamo sexual de Daniels, mientras que el equipo de Trump ha sugerido que el dinero para el silencio estaba destinado a ocultar la historia de Daniels a su esposa Melania y no tenía nada que ver con las elecciones.
Cohen se declaró culpable de una violación de las finanzas de campaña relacionada con el pago del silencio y otros delitos, incluido el perjurio, y cumplió 13 meses y medio en una prisión federal y otro año y medio de confinamiento domiciliario.
Los abogados de Trump seguramente lo tildarán de mentiroso cuando lo interroguen después de que ofrezca testimonio para la Fiscalía.
En una tediosa presentación documento por documento a principios de esta semana, dos funcionarios de nómina de la empresa Trump testificaron sobre 11 facturas, 11 vales y 12 cheques vinculados a los pagos de 2017 a Cohen.
Este viernes, Jaden Jarmel-Schneider, asistente legal de la oficina del fiscal, presentó un cuadro que presenta los 34 documentos que abarcan los cargos que enfrenta Trump. Si es declarado culpable, Trump podría ser puesto en libertad condicional o encarcelado hasta cuatro años.
El fiscal Joshua Steinglass dijo a Merchan que la fiscalía podría concluir su caso la próxima semana con el testimonio de Cohen y otro testigo anónimo.
Pero Mechan sugirió que los fiscales tal vez deberían llamar a un testigo adicional, Allen Weisselberg, ex director financiero de la Organización Trump. El testimonio mostró que Weisselberg aprobó los pagos de reembolso a Cohen, señalando que Trump y su segundo hijo, Eric Trump, los habían autorizado.
Los fiscales no habían planeado llamar a Weisselberg, quien actualmente cumple una sentencia de cinco meses de prisión por cometer perjurio en un reciente caso de fraude comercial civil de Trump, y no se supo de inmediato si lo harán.
Cuando la fiscalía complete su caso, el equipo de Trump tendrá la oportunidad de presentar su defensa. Trump ha dicho a menudo que planea testificar en su propia defensa para negar la afirmación de Daniels sobre su supuesta relación y los cargos penales que enfrenta.
Sin embargo, aún no está claro si Trump subirá al estrado sabiendo que enfrentará un intenso contrainterrogatorio.
Más temprano este viernes, Madeleine Westerhout, exasistente de la Casa Blanca que trabajó en estrecha colaboración con Trump, testificó sobre la organización de su reunión de febrero de 2017 con Cohen. La siguieron testigos que testificaron sobre registros telefónicos, mensajes de texto y otros registros vinculados al caso y que pueden aparecer nuevamente en el testimonio de Cohen.
Su breve testimonio documental siguió a horas de acalorados testimonios el martes y jueves de Daniels, quien se aferró a su afirmación, a pesar de un interrogatorio fulminante por parte de una abogada defensora de Trump, de que Trump la invitó a cenar en su suite de hotel en 2006 en un campo de golf para celebridades, nunca trajo comida y luego se desnudó para tener relaciones sexuales con ella.
Ella le dijo al jurado que odia a Trump y quiere que lo envíen a prisión si es declarado culpable.
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