Paul Aponte Rueda, egresado de La Universidad del Zulia (LUZ), además es teólogo y desempeñó el cargo de jefe del departamento de Derecho Procesal en esa universidad. Aponte Rueda ocupó la vacante dejada por el exmagistrado Eladio Aponte Aponte, quien fue presidente de la Sala Penal y huyó del país luego de que se le destituyera por su presunta vinculación con el narcotraficante Walid Makled. Está vinculado al Psuv y reconoció en una entrevista a La Verdad en 2012 que “un juez que no tenga posición política no puede ser juez, porque con la posición política se consolidan las ideas y principios”.
El exmagistrado Paúl Aponte Rueda ha sido señalado por abuso de poder al utilizar recursos estatales, incluidos efectivos militares, para fines personales. Un caso emblemático involucra la asignación de dos militares a labores domésticas en su residencia, en un claro desvío de funciones públicas para satisfacer intereses privados.
El exmagistrado Paúl Aponte Rueda ha sido señalado recientemente por sus posibles vínculos con el exgeneral chavista Clíver Alcalá Cordones, quien enfrenta múltiples acusaciones de narcotráfico y colaboración con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Aponte Rueda, conocido por su alineación con el régimen chavista, habría utilizado su influencia dentro del sistema judicial venezolano para encubrir actividades ilícitas relacionadas con Alcalá Cordones y otros miembros del Cártel de los Soles.
Nexo con Clíver Alcalá Cordones
La amistad entre Alcalá Cordones y Paul Aponte, ha existido desde que se conocieron en 11va Brigada de Infantería del Ejército Bolivariano, cuyo nexo facilitó el nombramiento de Aponte en el 2010 como Magistrado Suplente y que luego lo ayudó a asumir la titularidad tras la huida del Magistrado Eladio Ramón Aponte Aponte. La amistad duró hasta el 2014, pues luego de no haber sido seleccionado como magistrado, el «ultra chavista radical», renegó del proceso revolucionario y arremetió contra Maduro.
Clíver Alcalá, condenado recientemente a 21 años de prisión en Estados Unidos, fue un actor clave en el tráfico de armas y drogas en la región. Según el Departamento de Justicia de EE. UU., Alcalá ayudó a las FARC a armarse y a transportar toneladas de cocaína hacia el norte. Paúl Aponte Rueda, en su rol como magistrado, habría participado en la red de protección que impidió investigaciones judiciales independientes contra estas actividades dentro de Venezuela
En ocasiones, el TSJ resaltó públicamente las contribuciones de sus magistrados a través de comunicados oficiales en su página web y eventos protocolarios.
Corrupción y encubrimiento judicial
Durante su tiempo como magistrado, Aponte Rueda enfrentó acusaciones de abuso de poder al interferir en casos clave de corrupción. Estas acciones incluyen la manipulación de decisiones judiciales para proteger a altos funcionarios y militares vinculados al narcotráfico y al lavado de dinero. Además, se le ha señalado por bloquear investigaciones sobre desvío de recursos públicos y violaciones de derechos humanos en Venezuela
Contexto político y judicial
La vinculación entre Aponte Rueda y Alcalá Cordones subraya la complicidad de sectores del sistema judicial venezolano con actividades criminales relacionadas con el chavismo. Mientras Alcalá Cordones ha aceptado cargos de narcotráfico y se ha comprometido a colaborar con la justicia estadounidense, aún se investigan las redes de apoyo político y judicial que lo protegieron en Venezuela.
El caso de Paúl Aponte Rueda representa otro ejemplo del deterioro institucional bajo el régimen de Nicolás Maduro, donde los mecanismos judiciales han sido cooptados para proteger a figuras clave del chavismo involucradas en actividades ilícitas. Las investigaciones en curso podrían arrojar luz sobre el alcance de estos vínculos y sus implicaciones para la lucha contra el narcotráfico y la corrupción en la región.
