El Tren Maya, impulsado por el expresidente mexicano Andrés Manuel López Obrador para conectar importantes sitios arqueológicos en el país, continuará su expansión bajo el gobierno de su sucesora Claudia Sheinbaum. Guatemala, también con una rica tradición precolombina quiere formar parte del proyecto, que tendría entonces que atravesar un tercer país: Belice.
Actualmente, el tren recorre más de 1.500 kilómetros a lo largo de 34 estaciones, en los estados mexicanos de Chiapas, Campeche, Tabasco, Yucatán y Quintana Roo en México, e interconecta los principales centros arqueológicos de ese país como Chichén Itzá y Calakmul.
Además de llevar pasajeros, Scheinbaum también planea incluir el transporte de carga a los propósitos del tren. Para lograrlo, la presidenta ordenó iniciar el próximo año la construcción de los espacios que serán usados para este propósito.
Ante las posibilidades de una ruta tanto turística como logística, el presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo, ha buscado sumarse desde mediados de 2024. Arévalo quiere ampliar la ruta a través de la zona norte del país para acercar a los turistas a importantes sitios mayas como Tikal, en Petén.
«Vamos a construir una línea que va a conectar el Petén con el Tren Maya, que está en la península de Yucatán. Estamos ya en conversaciones con el gobierno mexicano que nos va apoyar», dijo Arévalo en una conferencia de prensa.
El Petén, al norte de Guatemala, fue durante más de mil años la sede de la cultura maya en la región, con importantes sitios arqueológicos como Tikal, declarado Patrimonio de la Humanidad, por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), en 1979.
Además, Tikal es considerado el sitio excavado más grande de las Américas, con 576 kilómetros cuadrados de selva alrededor del centro ceremonial. Liberar la gran ciudad maya de la selva que la cubrió por décadas tomó 13 años, según la administración del sitio.
Arévalo ve viable extender el Tren Maya a esa zona, y para ello contempla dos posibles rutas: desde Chetumal a Flores, atravesando Belice, o de Tenosique a Flores.
«Estamos pensando en que pueda haber una línea que baje desde Chetumal hasta Belice, lo que permitiría que Guatemala se conectara desde Flores, Petén, hasta Belice, siguiendo la carretera ya trazada», agregó el presidente guatemalteco.
De esa forma, la línea ferroviaria del lado de Guatemala podría abarcar unos 90 kilómetros.
Además, no perjudicaría sitios arqueológicos cercanos, ni áreas protegidas entre la selva maya, considerado el pulmón de la región.
Si Belice no se suma al proyecto, la parada del Tren Maya que más se acerca a la frontera El Ceibo, entre México y Guatemala, es Tenosique, situada a unos 60 kilómetros de Guatemala. Pero llegar a Flores, donde convergen los principales sitios arqueológicos de Petén, tomaría unos 250 kilómetros.
Luego de una reunión entre el expresidente Obrador y el primer ministro de Belice, Juan Antonio Briceño, a mediados de año, se acordaron proyectos de cooperación en varias aristas, entre ellas el Tren Maya. Sin embargo, hasta la fecha no se han concretado pasos firmes al respecto.
La presidenta Sheinbaum aseguró el pasado 3 de octubre que el proyecto del Tren Maya continuará en su gobierno, además que se recibirán más trenes para beneficiar al sureste del país.
El proyecto del Tren Maya ha sido muy criticado por su impacto medioambiental y su rentabilidad, que ha supuesto una inversión de más de 30.000 millones de dólares.
Además porque su construcción, así como la de estaciones y hoteles aledaños, está a cargo del Ejército.
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