En un país donde la economía se mueve bajo sus propias reglas, los venezolanos han desarrollado soluciones creativas para sortear la brecha y restricciones del mercado cambiario y la constante devaluación de la moneda local, el bolívar.
Con una banca que enfrenta limitaciones regulatorias y la volatilidad del mercado, los grupos de WhatsApp se han transformado en el nuevo epicentro del comercio de divisas.
A través de esta plataforma de mensajería, miles de usuarios y comerciantes han encontrado una alternativa inmediata y flexible para comprar y vender divisas, marcando una fuerte competencia para el sistema bancario formal. En estos grupos, los precios del dólar son determinados en tiempo real por los propios usuarios, quienes establecen tarifas basadas en la demanda del momento y ajustadas a la tasa promedio entre el paralelo y el oficial.
La caída de los depósitos en divisas en la banca nacional venezolana tiene profundas implicaciones para la economía, exacerbada por la creciente desconfianza hacia el sistema bancario formal. Esta situación ha llevado a que muchos ciudadanos opten por soluciones informales, como explicó el economista y jefe del Departamento de Teoría Económica de la Universidad de Carabobo, Carlos Ñáñez.
Destacó que, en ausencia de un sistema financiero confiable, los venezolanos recurren a grupos de WhatsApp como una alternativa para la compra y venta de divisas, evidenciando un fenómeno que apunta a una informalización de las transacciones cambiarias en el país.
Causas de la caída del mercado cambiario en bancos
La firma Aristimuño, Herrera y Asociados reportó que los depósitos en divisas en la banca nacional cayeron a su menor nivel en cinco años. Esto responde a varios factores. Entre ellos, las notables brechas cambiarias entre el dólar paralelo y el tipo de cambio oficial, que generan incertidumbre sobre el valor real de las divisas depositadas.
Según Ñáñez, a partir del 28 de julio se observó una notable separación entre ambas tasas, alcanzando una diferencia de 17.10% el 29 de julio. Este desajuste, lejos de corregirse, escaló hasta 26.76% el 9 de octubre y, aunque ha mostrado leves reducciones, se mantiene en torno a 20.42% al 29 de octubre.
“En ese momento hubo una adjudicación de 75 mil millones de dólares, de allí en adelante, las brechas cambiarias han mantenido comportamientos preocupantes y ya hoy (29 de octubre) el tipo de cambio paralelo rompe la frontera de los 50 bolívares con 25 centavos”.
Estas fluctuaciones no solo generan inquietud, sino que también impulsan a empresas y particulares a manejar sus divisas fuera del sistema bancario formal.
Este comportamiento tiene una repercusión directa en el sector empresarial, especialmente en los comerciantes, que encuentran grandes dificultades para acceder a divisas en el sistema bancario oficial para sus operaciones.
Intervenciones cambiarias sin éxito
Las frecuentes intervenciones del Banco Central de Venezuela (BCV), que inyecta montos limitados de dólares para intentar estabilizar la brecha cambiaria, no han logrado contrarrestar la constante depreciación del bolívar.
En este contexto, el uso de WhatsApp como una plataforma de cambio se ha consolidado como una práctica extendida, permitiendo a los venezolanos eludir los obstáculos del sistema formal y acceder a dólares de forma más ágil.
Ñáñez insistió en que debe frenar la ola de represión que existe en el país. “Sí existen las brechas cambiarias, sí han raspado en materia económica y sí han demostrado su absoluta torpeza para poder manejar el tema económico”, expresó ante la detención del periodista y analista económico Nelin Escalante. Y citó la frase del argentino Mariano Moreno: “Yo prefiero una libertad peligrosa que una esclavitud tranquila”.
Política monetaria errónea
La disminución de depósitos en divisas también refleja el efecto de políticas monetarias restrictivas, como el elevado encaje legal que afecta a la banca. Ñáñez explicó que la carga del encaje legal sobre los bancos es tal que, en la práctica, el sistema bancario nacional tiene una disponibilidad de crédito extremadamente limitada.
Esto no solo reduce la posibilidad de que los comerciantes accedan a financiamiento, sino que afecta directamente a pequeñas y medianas empresas que dependen del crédito para mantener sus operaciones.
La presión del Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (Seniat) para que los comercios facturen en bolívares al tipo de cambio oficial, bajo la amenaza de sanciones penales, agrava la situación. Para evitar pérdidas, muchos comerciantes han optado por transacciones en dólares o por recurrir a un mercado paralelo menos formalizado, donde las penalizaciones son inexistentes y las transacciones, aunque menos seguras, se vuelven más accesibles.
En el análisis de Ñáñez, la situación actual refleja una profunda crisis de confianza en la institucionalidad económica venezolana. El uso del dólar como moneda de referencia, en un contexto de inflación y devaluación constantes, ha hecho que el bolívar se perciba como una moneda sin respaldo real. Ante esta realidad, la economía venezolana se enfrenta a un creciente proceso de dolarización informal y a una economía en la que el mercado negro y las redes de intercambio personal, como los grupos de WhatsApp, están llenando el vacío dejado por un sistema bancario debilitado.
Bancos como alcancías
El economista y profesor universitario José Guerra señaló que esta caída en los depósitos y del mercado cambiario en bancos está relacionada con la desconfianza de la población.
“La gente está sacando la plata de los bancos porque tienen cero remuneraciones, es como una alcancía, entonces este si tú tienes los precios que están subiendo en dólares y tienes los depósitos líquidos sin ganar nada, claramente eso va a perder capacidad de compra en dólares”.
A esto le agregó la imposibilidad de tener el dinero en bancos para optar a créditos que sería un beneficio a considerar.
Otro factor que puede estar involucrado es que tener el dinero en bancos de otros países ha tenido un muy buen rendimiento. “Entonces tú sacas tus depósitos en dólares y lo pasas a un banco en los Estados Unidos en un banco, de ahí el paso es inmediato para constituir un portafolio de inversión que, conservadoramente, te pueda dar entre 8% y 10% en dólares muy superior a la tasa de interés adaptada a la inflación en dólares de ese país que está en 3%, aproximadamente. Por lo que no hay ningún incentivo para mantener los depósitos en dólares en Venezuela, salvo que sea para cuidarlos de no tenerlo en la casa debajo del colchón para que te lo puedan robar”.
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