La revolución bolivariana vuelve a ejecutar un nuevo esperpento político para justificar su asedio contra los seis colaboradores de María Corina Machado, asilados en la Embajada de Argentina en Caracas. Pese a las denuncias de hostigamiento continuo, en las que coinciden la oposición democrática y varios países de la región, incluido Estados Unidos, el régimen ha dado un paso más allá y ha robado los fusibles de la legación diplomática con la excusa de que el gobierno de Buenos Aires no paga los servicios eléctricos.
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Agentes chavistas se llevaron los fusibles horas después de que Diosdado Cabello, ministro de Interior y número dos de la revolución, aseguró que se trata de «una estrategia del fascismo» en contra de su gobierno. «La Embajada de Argentina está ahí, que paguen los servicios», adujo el militar retirado, a la vez que vaticinó que el pueblo argentino se va a levantar contra el presidente Javier Milei «por la persecución y el hambre que están sometidos».
La realidad es que las fuerzas chavistas someten a los refugiados desde el sábado a distintas operaciones para hostigarles, desde el despliegue de encapuchados con armas largas hasta el vuelo de drones sobre el edificio, bajo bandera hoy de Brasil tras la ruptura de relaciones entre ambos países. La electricidad se cortó en principio y se recuperó el domingo, pero en las últimas horas han vuelto los cortes.
Venezuela incumple repetidamente la Convención de Viena, pese a que su gobierno fue de los más críticos al asalto que fuerzas militares ecuatorianas realizaron en la Embajada de México en Quito.
El objetivo del régimen es amedrentar a María Corina Machado para que se exilie antes del 10 de enero, fecha establecida para la juramentación presidencial en Venezuela. La Fiscalía General de la República ha imputado a la líder opositora por traición a la patria, conspiración con países extranjeros y asociación para delinquir.
«Son actos cobardes. Es hacer lo que les da la gana por la vía violenta, violatorio de los acuerdos internacionales. Es una burla para el presidente Lula da Silva y su cuerpo diplomático en Venezuela. Atropello y más atropello», denunció en sus redes sociales Magalli Meda, una de las seis refugiadas en la Embajada de Argentina, estrecha colaboradora de Machado.
Los otros dirigentes asilados son Claudia Macero (coordinadora de Comunicación de Vente Venezuela, VV, partido de la dirigente liberal), Pedro Urruchurtu (coordinador internacional de VV), Omar González (exdiputado y coordinador regional), Humberto Villalobos (coordinador electoral de VV) y Fernando Martínez Mottola (asesor de Machado y estratega político). Los seis se mantienen desde hace ocho meses en el interior de la embajada.