«Ayer escuché la canción ‘Baile Inolvidable’ en un pizzería. Los mensajes políticos del disco y ‘DtMF’ son muy poderosos. Personas de Medio Oriente se han identificado con Puerto Rico», sostiene.
«Me impactó porque, por lo general, aquí la gente no habla español. En el caso de ‘DtMF’, alguien hizo una traducción en TikTok y se hizo conocida», añade en entrevista con BBC Mundo.
El más reciente enfrentamiento en los territorios palestinos inició el 7 de octubre de 2023, tras una incursión de Hamás en el sur de Israel que dejó unos 1.200 muertos y la captura de 251 rehenes.
La posterior respuesta del ejército israelí causó más de 46.000 fallecidos y dejó una estela de destrucción en el territorio gazatí.
Pasó igual en el sur de Líbano, en donde hubo enfrentamientos entre Hezbolá, un grupo aliado a Hamás, y las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI).
El pasado 15 de enero, Israel y Hamás llegaron a un acuerdo de cese al fuego y miles de personas intentaron regresar a sus hogares para encontrarse, en muchos casos, con montañas de escombros.
Después de que comenzara el retorno, empezaron a aparecer los videos con la canción de Benito Martínez Ocasio, nombre real del artista.
«Debí tirar más fotos» está lleno de símbolos puertorriqueños.
En el álbum, que entra en su segunda semana en la cima de los 200 de Billboard y encabeza los más escuchados de Spotify y Apple Music, Bad Bunny denuncia el colonialismo, la crisis económica y el desplazamiento en Puerto Rico.
Para Azzi, aunque el territorio caribeño no es una zona de conflicto y la situación en las dos zonas no es equiparable, su difícil realidad socioeconómica lo conecta con Gaza y Líbano.

«Debí tirar más fotos», la más reciente producción de Bad Bunny, se coloca en la primera posición de la lista 200 de Billboard, así como en las plataformas Spotify y Apple Music. Getty Images
¿Por qué es tan popular el álbum de Bad Bunny?
Medio Oriente no es ajeno al reguetón. Temas como «Gasolina» (2004), del también puertorriqueño Daddy Yankee, aún suenan en discotecas de Beirut, la capital libanesa.
También son importantes intérpretes como Don Omar, otro boricua, y la colombiana Shakira, quien tiene ascendencia libanesa y es una estrella del pop que experimenta con música urbana.
Canciones de estos artistas, que, como comenta Azzi, «levantan el ánimo», conectan con facilidad en los países árabes desde principios de los 2000.
«Debí tirar más fotos», continúa la periodista, tiene igualmente ritmos bailables, no solo gracias a los panderos distintivos de la plena, también por temas que incluyen salsa, bomba, bachata y reguetón de los años 90.
Así que no es raro que un público con el oído acostumbrado a la música latina se sienta identificado con la nueva propuesta del Conejo Malo.
«Amamos la música que nos hace bailar. Tenemos el mismo clima, veranos y playas», afirma.
El álbum en general tiene letras que están escritas «para Puerto Rico». Y su marketing está acompañado de símbolos como el sapo concho, un animal endémico de la isla, así como la versión independentista de la bandera puertorriqueña.
Bad Bunny, a cuyo equipo contactó BBC Mundo sin recibir una respuesta antes de la publicación de este artículo, también incluyó extractos de la historia de Puerto Rico en los videos con letras para YouTube de las 17 canciones del álbum.
Pero su temática no es sólo local y está resonando en otros países.

El pasado 15 de enero, Hamás e Israel acordaron un cese al fuego, lo que permitió el regreso de miles de gazatíes luego de estar refugiados más de un año en el sur de la Franja de Gaza. EPA
«Es la primera vez que veo que un disco político de un artista extranjero, con canciones patrióticas, tiene tanta aceptación», menciona Azzi.
En el caso de los palestinos, cree que se identifican con parte de lo que denuncia el cantante, como la invasión de EE UU en Puerto Rico a finales del siglo XIX, aunque la realidad entre la isla y Gaza no pueda ser comparable.
«Las personas aman las canciones por la realidad política de Puerto Rico y Gaza. Los palestinos dicen que están bajo ocupación, y que su tierra fue robada. Quizás ven una similitud con lo que pasó en Puerto Rico luego de la llegada de EE UU», opina.
Los problemas económicos y de infraestructructura son factores que también conectan a Líbano y Gaza con la isla caribeña.
En Líbano, dice Azzi, viven constantes cortes de luz, un problema que desde hace décadas afecta a Puerto Rico, que tiene uno de los sistemas de energía con menos rendimiento de EE.UU., algo que también ha denunciado Bad Bunny.
Azzi agrega que en Líbano hay un símbolo de la producción que resonó de forma inesperada: las sillas de plástico que aparecen en la portada del disco, comunes en las reuniones familiares de los barrios populares de Puerto Rico.
«Un amigo me escribió y me preguntó si había visto la portada del álbum. Estaba sorprendido porque en Líbano usamos el mismo tipo de sillas y tenemos los mismos árboles de banano», cuenta.
Con su música, Bad Bunny ayudó a que personas en Medio Oriente vieran al Caribe como una región no tan distante, pese a los kilómetros que los separan y la diferencia idiomática, comenta Azzi.

En su nuevo álbum, Bad Bunny denuncia algunos de los problemas socioeconómicos más profundos de Puerto Rico, como la falta de una infaestructura eléctrica estable y el desplazamiento de la población local. Getty Images