El gobierno nacional puso en marcha hoy el debate de la privatización de Aerolíneas Argentinas, con la presentación de altos funcionarios en un plenario de comisiones en la Cámara de Diputados, quienes defendieron la salida del Estado de la conducción de la compañía, plantearon el fuerte costo fiscal que genera cada año y apuntaron con dureza contra los gremios aeronáuticos que se resisten a la ofensiva de la Casa Rosada.
Si bien el debate inicial tuvo momentos de alta tensión, lo importante ocurrió tras la finalización de la sesión. El secretario de Transporte de la Nación, Franco Mogetta, no descartó la posibilidad de que la compañía aérea tenga que cerrar y responsabilizó de esa situación a los propios sindicatos aeronáuticos: “Hay presión sobre algunos gerentes de la compañía (los gremialistas) de distintas maneras han logrado que el gerente operacional presente la renuncia al cargo, y la compañía no puede funcionar sin gente operacional”, afirmó.
Y agregó: “Estamos lógicamente en búsqueda del reemplazo para poderla mantener funcionando y no tener que cerrar la compañía. Pero en caso de que la compañía no cuente con estos cargos cubiertos, por normativa, no puede funcionar, con lo cual, no quedaría otra que el cierre de la compañía, generado por los propios sindicalistas”, consideró el funcionario de origen cordobés que expuso en el plenario de las comisiones en Diputados..
Si bien el objetivo que había trascendido antes de comenzar la sesión conjunta de las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Transporte era apurar la aprobación del dictamen, como anticipó Infobae, falta de consenso para firmarlo estiró el tratamiento de al menos dos proyectos que tienen estado parlamentario.
La comisión de Transporte es presidida por la radical Pamela Verasay, que responde políticamente al gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, hombre enfrentado con la conducción nacional de su partido y cercano a la Casa Rosada. Por el lado de Presupuesto y Hacienda, la presidencia la ocupa el ahora libertario José Luis Espert. El encuentro se realiza en la Sala del 2° piso del Anexo C. La Casa Rosada decidió enviar a exponer a José Rolandi, vicejefe de Gabinete Ejecutivo, y a Franco Mogetta, secretario de Transporte. También estaba prevista la presencia de Fabián Lombardo, presidente de Aerolíneas Argentinas, pero esto finalmente no sucederá, adujo problemas de agenda.
En el temario a debatir hay sólo dos proyectos que tienen el mismo título: “Declárese sujeta a privatización a la compañía Aerolíneas Argentinas S.A.”.
La primera iniciativa es de autoría del diputado del PRO, Hernán Lombardi, junto a otros 20 legisladores de su mismo partido político, y cuenta con el apoyo del presidente del partido, Mauricio Macri. “La propuesta es autorizar al Poder Ejecutivo a la venta de Aerolíneas, es un cambio muy profundo y que estaba en la Ley Bases”, dijo el referente macrista en una entrevista radial.
En el caso del proyecto que impulsa la Coalición Cívica y que tiene la firma de varios de sus colegas de bloque, la dirección es la misma: privatizar a la compañía aérea. “No hay razones para estar atados a una aerolínea de bandera; ya en el mundo no quedan aerolíneas de bandera, salvo en los países árabes, en Rusia, en China y en algún lugar de Europa. Pero después, los países de la región ya no tienen aerolínea de bandera. Esos son puros mitos”, resaltó Juan Manuel López, autor del proyecto.
Teniendo en cuenta que ambas iniciativas apuntan a la privatización, lo más probable es que se busquen los puntos en común con el fin de tener un dictamen único que le confiera más fuerza a la norma una vez que sea expuesta en el recinto.
Tanto es así que Rolandi, el primero en tomar la palabra, dijo que el Ejecutivo venía a “impulsar los dos proyectos. Nosotros quisimos avanzar con la privatización de Aerolíneas con la Ley Bases, pero quedó para otro momento, y entendemos que este es el momento para hacerlo”, dijo el funcionario.
El vicejefe de Gabinete hizo referencia a que “el déficit crónico que Aerolíneas presentó desde su estatización y a esto se le sumó el avasallamiento de la dirigencia de la compañía sobre todo el mercado aerocomercial”, y a partir de esto señaló que esta decisión va en línea con el convencimiento “que el Estado es un pésimo administrador de empresas. La agenda del Gobierno es poder privatizar y que el Estado no tenga más un rol empresario”.
En lo que parece ser ya una costumbre del oficialismo de forzar los números, Rolandi señaló que desde su estatización en 2008 la compañía le costó al Estado USD 8.000 millones. “American Airlines vale menos y tiene más de 900 aviones. Aerolíneas tiene 80 aviones, perdimos 900 aviones; si los ponemos uno al lado del otro, llegamos desde Buenos Aires a Zárate”.
Quien mostró una diferencia respecto de cómo venía el debate fue Nicolás Massot, del bloque Encuentro Federal. “Piensan que sujetar la privatización de una empresa desde el Congreso le permite al PEN tener poderes plenipotenciarios, es decir, hacer lo que le plazca. Por eso no votamos el listado completo en la Ley Bases, porque no es lo mismo privatizar una aerolínea que yacimientos carboníferos. El Gobierno tiene que explicar qué va a hacer con la empresa, cómo la van a privatizar. Tienen que venir empresa por empresa que quiera privatizar y explicar qué formato de privatización, qué metodología, qué controles y beneficios al comprador van a dar”, señaló el bonaerense en representación de su bloque.
En esta instancia, lo que hizo el diputado bonaerense fue adelantar que, si no hay estas modificaciones, el bloque que comanda Miguel Ángel Pichetto no acompañaría los proyectos presentados.
Por último, el legislador señaló que es necesaria la conformación de la comisión bicameral de seguimiento de las empresas privatizadas antes de avanzar en la idea de la privatización.
Esto generó un cruce entre el diputado José Luis Espert y Massot. El primero hizo referencia a que la bicameral no estaba resuelta porque “faltan los nombres de su bloque”. Esto suscitó la respuesta del bonaerense, quien pidió la palabra y dijo que “nunca llegó la notificación formal. En esta casa, en donde ahora se acostumbra que sea todo informal, blue, en departamentos privados, en asados ocultos, a nosotros no nos llegó el pedido formal”.
El debate fue transcurriendo hasta que el titular de Transporte, Mogetta, se refirió a que el principal problema que tiene la compañía es el enfrentamiento que tienen con los sindicatos “que no son trabajadores, son delincuentes”. Con ese argumento, el secretario dijo que la forma en la que se va a privatizar “dependerá de eso. Si los gremios no nos dejan trabajar, la empresa se va a vender en partes”.
Diego Giuliano, desde Unión por la Patria, adelantó que desde el bloque “vamos a presentar un listado de personas que debemos escuchar a la hora que tenemos que tomar decisiones” y agregó que “esto que sucedió estas dos semanas pasa en un clima de conflicto gremial y tiene una sensación de revancha”.
El diputado hizo referencia a que “el mismo Gobierno habla de dos déficits distintos. El ministro de Economía dice que es de 273 millones de dólares y el presidente de Aerolíneas dice que es 84 millones de dólares. Le erraron por 189 millones de dólares en dos días de diferencia”, y dijo que la compañía “vuela a 22 destinos donde nadie más vuela y a 39 destinos sin pasar por Buenos Aires; esto no es importante para los que están abrazados al Obelisco, pero sí para los que vivimos en la Argentina federal”.
La diputada de LLA, Lilia Lemoine, hizo referencia a que la oposición reclamaba por Aerolíneas porque “no se puede pensar en la preferencia de los 257 diputados por encima de 45 millones de personas. ¿No les interesaría tener esos fondos para repartir a los jubilados más adelante?”, lo que generó las risas desde los bloques de la oposición. La legisladora hizo referencia a que “si entienden que la compañía puede funcionar, ¿por qué no dejan que la operen los trabajadores?”.
Al igual que en el primer momento en el que se debatió la Ley Bases, lo más probable es que en la Cámara de Diputados la privatización de la compañía aérea avance con el apoyo de LLA, el PRO, parte de la UCR, la Coalición Cívica y bloques provinciales. El problema nuevamente lo van a encontrar en el Senado de la Nación, donde ya fue rechazado una vez y, teniendo en cuenta que la conformación de la Cámara todavía es la misma, el escenario no cambió en nada.
”Los patagónicos siguen siendo el 25% de la Cámara y en este caso están de acuerdo entre ellos. No querían antes ni quieren ahora la privatización porque entienden que una compañía privada dejará de volar a muchos destinos a los que hoy sólo llega Aerolíneas Argentinas y que saben que no son rentables”, explicó un senador de la oposición que votará en contra de una posible privatización.
La intención de algunos diputados del oficialismo y del PRO de avanzar hoy con un dictamen quedó rápidamente descartada y se fijó que el plenario se volverá a reunir el martes de la próxima semana para avanzar con los proyectos de ley en discusión.