Menores de edad inmigrantes son sometidos a peligrosos trabajos en Estados Unidos
Roofing Insights/Captura de video
El trabajo infantil en Estados Unidos está muy lejos de ser un recuerdo. Conforme pasa el tiempo y aumenta la inmigración, muchos niños son contratados y subcontratados para trabajar en el rubro de la construcción, una actividad que es ilegal que la ejerzan menores de edad. Existe una labor especial a la que se dedican estos jóvenes y que se refiere a la instalación y reparación de techos, una actividad que sumamente peligrosa, ya que se desarrolla a gran altura.
Por La Nación
Los niños y adolescentes que se dedican a esto son conocidos popularmente en redes sociales como “ruferitos”, un término que viene del inglés roof, que significa techo. Algunos trabajan desde los diez años.
Lo cierto es que la ley federal prohíbe a los menores trabajar en tejados por su peligrosidad, pero los niños inmigrantes lo hacen en todo Estados Unidos, de acuerdo con una investigación de The New York Times. Durante un año, el medio habló con más de un centenar de estos chicos, que tienen empleos en 23 estados. De hecho, algunos de ellos comenzaron cuando todavía asistían a la primaria y otros abandonaron sus estudios para poder dedicarse por completo a este oficio.
De esa manera, compartió los testimonios de jóvenes menores de edad que abandonaron sus países de origen, principalmente en Centroamérica, para viajar a Estados Unidos y trabajar. Algunos de ellos realizan oficios desde muy jóvenes, pero en sus naciones el pago no es suficiente, por lo que toman la decisión de trasladarse y cruzar la frontera con México a como dé lugar para ser proveedores económicos de la familia que dejaron atrás.
El trabajo de techador es abundante y mejor pagado que muchos de los otros empleos que pueden conseguir los niños en Estados Unidos. Algunos ganan 70 dólares diarios, mientras que otros pueden percibir US$200. Sin embargo, también es peligroso, ya que un resbalón puede ser fatal.
Las autoridades no son ajenas a esta situación que, pese a que es ilegal, muchos subcontratistas prefieren trabajar con inmigrantes jóvenes porque los adultos no quieren dedicarse a este rubro.
Este año, el gobierno federal se comprometió a tomar medidas enérgicas contra el trabajo infantil, según consignó The New York Post, pero la mano de obra sigue creciendo tan rápido como llegan los niños, ansiosos por encontrar una forma de mantenerse y ayudar a sus familias.
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