Tras la denuncia pública realizada por el Ministro de Interior y Justicia, Diosdado Cabello, el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos admitió que separó a una niña venezolana de dos años de edad, de sus padres, a quienes acusan ser parte de la banda criminal el Tren de Aragua.
Maiker Espinoza Escalona y su esposa Yorely Escarleth Bernal Inciarte deportada a Venezuela, habían ingresado a Estados Unidos en mayo de 2024 e inmediatamente fueron arrestados por autoridades de migración, junto a su hija, que entonces tenía un año de edad.
Según información publicada por las autoridades estadounidenses, el «padre de la menor, Maiker Espinoza Escalona, es miembro del Tren de Aragua y supervisa homicidios, venta de drogas, secuestros, extorsión, tráfico sexual y opera una casa de tortura. La madre de la niña, Yorely Escarleth Bernal Inciarte, supervisa el reclutamiento de mujeres jóvenes para el narcotráfico y la prostitución. Estos inmigrantes ilegales entraron al país ilegalmente y contaban con órdenes judiciales de deportación definitivas».
Espinoza fue enviado el pasado 31 de marzo al Cecot en El Salvador, donde permanece arrestado, mientras que Bernal fue deportada a Venezuela y separada de su hija venezolana, que quedó bajo custodia de las autoridades estadounidenses.
«En colaboración con el Departamento de Salud y Servicios Humanos, el menor excluido de la lista de vuelo de deportación. El menor permanece bajo el cuidado y la custodia de la Oficina de Reubicación de Refugiados y actualmente se encuentra con una familia de acogida«, expresó el Departamento de Seguridad Nacional.
«El Gobierno de Estados Unidos se está robando a los niños venezolanos y esto tiene que ver con la trata de personas», acusó Cabello.
Conocidos y familiares de los Espinoza-Bernal niegan que los jóvenes sean parte del Tren de Aragua, y aseguran que emprendieron el viaje en busca de un mejor futuro.
María Escalona Fernández, madre de Maiker detalló que su hijo salió de Sabaneta de Barinas el 13 de febrero de 2024 «a buscar el sueño americano, pero eso es una pesadilla (…) Mi hijo tiene tatuajes de caricaturas, el nombre de la hija y el de su padre, que murió cuando él estaba yendo a EE. UU. eso no lo define como delincuente».
Fuente: NTN24
