La reciente decisión del presidente estadounidense Donald Trump de imponer un arancel del 15 % a las importaciones provenientes de Venezuela enciende las alarmas en la industria nacional. Los expertos esperan el avance esta medida para conocer los impactos que tendrá Venezuela, pero advierten inflación y la necesidad de reconfigurar en las importaciones.
Ante anuncio de la administración estadounidense, el presidente Nicolás Maduro aseguró que su gobierno está preparado para hacer frente a las “perturbaciones” provocadas por esta nueva barrera comercial. “La enfrentaremos, la superaremos como siempre, tenemos todo el bagaje político y el plan para hacerlo”, afirmó.
Para el economista Leonardo Soto, el impacto económico será innegable, especialmente considerando el perfil importador de Venezuela.
“Un arancel es un impuesto a las importaciones (…) mientras más alto el arancel, más encarece el producto para entrar y para salir”, explicó.
En ese sentido, alertó que los productos claves venezolanos que se exportan a Estados Unidos, como el café, cacao o algunos crustáceos, podrían volverse no competitivos en ese mercado, lo que se traduce en una caída en las exportaciones.
Por otra parte, señala sobre un posible efecto dominó en las empresas nacionales. “Hay un contingente de empresas que se dedican tanto a importar como exportar desde y hacia Estados Unidos» y en esta dinámica los precios se verían impactados.
Mientras, poductos que son importados a Venezuela como los artefactos tecnológicos, cauchos, productos agropecuarios y materias primas necesarias para diversas empresas también aumentarían su precio, haciendo que las compañías deban «reestructurar su estructura de costos» lo que se traduciría en un aumento para el consumidor final.
La medida también podría incidir en la inflación, aunque de forma parcial. “Sí puede tener un impacto inflacionario, pero no sobre toda la estructura económica”, aclaró Soto.
Reconfigurar de la exportación
Para Manuel Sutherland, el anuncio de aranceles generales podría ser matizado por una serie de exenciones que, en la práctica, suavizarían el impacto inmediato.
Ambos expertos coinciden en que la política comercial de Trump podría desatar un escenario de represalias en cadena para productos compuestos por componentes de diferentes países. “Va a tener un correlato en represalias de otros países”, señaló Sutherland.
Por otra parte, anticipó una reconfiguración del comercio internacional con posibles oportunidades para competidores regionales, donde otros países podrían tomar el lugar de Estados Unidos como destinos para exportar. “El café brasileño podría aprovechar que solo tiene un 10 % de arancel, entonces tendrá una ventaja tarifaria importante”.
Para Sutherland, el nuevo escenario también forzará a los empresarios venezolanos a reevaluar sus proveedores. “Es bastante probable que haya una reconfiguración de las exportaciones. Los empresarios tratarán de ver de dónde se puede importar la misma mercancía a menor precio”, explicó.
La imposición de estos aranceles por parte de Washington marca un nuevo episodio en la tensa relación bilateral entre ambos países. Mientras el gobierno venezolano busca resistir el embate apelando a la producción interna, expertos advierten que el verdadero impacto dependerá de cómo evolucionen las políticas comerciales de otros países y de las medidas que se tomen a nivel interno para amortiguar el golpe.