Domingo Alberto Rangel @DomingoAlbertoR
Por estos días la frase “defensor de derechos humanos” está de moda en el mundo.
No solo en Venezuela dónde se ha abusado del significado de la expresión, sino en países dónde la inmigración ilegal está poniendo en peligro el equilibrio humano conseguido tras siglos de guerras, sangre y trabajo.
Para unos los derechos humanos son los que se refrendaron en 1948 después de la Segunda Guerra… para otros esa declaración contiene una contradicción que enfrenta en cuanto a los migrantes… el derecho de cada Nación a mantenerse en el tiempo… y el derecho a fijar residencia cada ser humano… donde le convenga… según el texto.
Y de allí viene la gran contradicción que por cierto nada tiene que ver con la lucha política en Venezuela… donde por fortuna cuando recibimos millones de migrantes colombianos… mí país podía aceptarlos sin mucho que temer.
Esa contradicción que llevó a que la URSS y China se abstuvieran de firmar la declaración –según se desprende de las notas de la presidenta de la Comisión que elaboró el proyecto Eleonor viuda de Roosevelt fue a causa de diferencias entre la visión occidental, el confusionismo y el temor de la Rusia comunista a ser invadida nuevamente-.
Bien… el debate no solo está abierto sino que es interesante… sobre todo en el tema de los migrantes… y también en el de la pena de muerte que viola el principal derecho humano que es la vida.
En general la izquierda que hoy día apoya los intereses de la globalización… aunque no parezca… apoya a los migrantes… y la derecha que extrañamente representa Putin… no.
El tema es que para quienes aducen que el derecho a migrar tiene límites… como es el legítimo interés de la Nación receptora… la declaración se escribió desde la ética generalista… olvidando la moral que encarnan no solo las leyes… sino las costumbres.
Esa discusión no ha terminado y por ahora solo recuerdo a los múltiples “defensores de derechos humanos” que tenemos y proliferan en Venezuela… con o sin ONGs… que como se escudan tras una declaración “universal”… para graduarse como tales… deberían hacer una pasantía fuera del país.
A ver cómo les va… pero por lo pronto y por fortuna tenemos ahora muy pocos migrantes… ni los haitianos que vendían helados en carritos sin motor… creo que regresaron a su país.