
El mercado cambiario venezolano cerró este lunes con una notable diferencia entre el dólar paralelo y la tasa oficial del Banco Central de Venezuela (BCV).
Según los reportes más recientes, el dólar paralelo se ubicó en 97,75 bolívares, mientras que la tasa oficial del BCV cerró en 72,18 bolívares. Esto genera una brecha significativa de más de 25 bolívares, lo que representa una diferencia de 35,43% entre ambas cotizaciones.
La cifra del paralelo ha mostrado un ligero aumento en comparación con esta mañana, cuando se situó en 96,48 bolívares. Sin embargo, al contrastar con los valores de los últimos días, donde la divisa superó la barrera de los 100 bolívares, se observa un descenso de 2,25%. El monto en el BCV se ha mantenido estable desde el fin de semana.
La caída sostenida del dólar paralelo en los últimos días ha despertado diversas interpretaciones entre los analistas económicos. Algunos atribuyen este comportamiento a las intervenciones cambiarias del BCV, que ha inyectado divisas al mercado bancario para frenar la devaluación del bolívar y contener la inflación. Otros factores que se consideran son la menor demanda de divisas tras el cierre del primer trimestre fiscal y el reciente período vacacional de Semana Santa.
En el mercado paralelo los expertos advierten que estas fluctuaciones podrían ser temporales si no se implementan políticas fiscales y monetarias sólidas.
En marzo, el bolívar se depreció 13%, aseguró el Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF) que “denotó un alto nivel de indexación del bolívar al dólar estadounidense, lo que limita las opciones de política económica en un contexto de alta vulnerabilidad en la cuenta corriente de la balanza de pagos”.
Inflación en Venezuela aumenta por depreciación del dólar
En cuanto a la inflación interanual, Venezuela alcanzó 136% en marzo de 2025, mientras que la inflación acumulada en el primer trimestre del año se ubicó en 36,1%. Este aumento refleja las distorsiones estructurales de la economía venezolana, agravadas por la depreciación del bolívar frente al dólar y la creciente dolarización informal.
Los rubros más afectados por la inflación incluyen servicios, con un aumento de 56% en el precio del gas y de 17% en los servicios de aseo; alimentos y bebidas no alcohólicas, que subieron 14%; y el equipamiento del hogar, que se encareció 16,7%. Estas cifras evidencian el impacto directo en el poder adquisitivo de los hogares venezolanos, especialmente en los sectores más vulnerables.
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