Pese a que actualmente el desabastecimiento no atormenta a los venezolanos, otras dificultades aparecen en el día a día de los ciudadanos. El bajo poder adquisitivo ahora es el principal enemigo de las familias que se han visto obligadas a modificar su dieta, una vez más, para poder rendir sus ingresos.
Marianella Herrera, médico nutricionista de la Fundación Bengoa, afirmó que esa alteración de la cotidianidad fomenta la proliferación de «estrategias insólitas» como la disminución de las porciones, el cambio en la calidad y la diversidad de los alimentos.
Esta situación trae como consecuencia un desbalance en el aporte de calorías que muchas veces termina en cuadros de desnutrición.
“Esto es particularmente grave en los niños menores de 5 años porque están en un periodo crítico y también a mujeres embarazadas, particularmente las adolescentes, que tienen una competencia entre la madre que no ha terminado de crecer y su bebé”, comentó en una entrevista ofrecida al circuito Éxitos de Unión Radio.
Herrera advirtió que esta situaciones podrían generar retardo cognitivo, deficiencias en el sistema inmunológico e intestinal si la desnutrición es crónica.
Estrategia de Estado
Rodrigo Agudo, director del Instituto Venezolano de la Leche y la Carne, destacó la necesidad de una política de Estado que garantice tres elementos fundamentales: disponibilidad, acceso y calidad.
«Tenemos una disponibilidad reducida. La inestabilidad económica afecta. Conseguimos alimentos y podemos caer en el pleno abastecimiento, el problema es que no hay acceso para toda la población… Podemos producir 30 % de las necesidades, pero lo consume 15 % de los ciudadanos».
A su juicio, el país tiene un problema estructural que golpea esas tres condiciones y que no permite desarrollar la capacidad que tiene la nación para producir alimentos.
«Debemos construir una Venezuela que no conocemos. Conocemos el lobby que se debe hacer al Estado para conseguir créditos, ser amigo de un concejal o ministro… El Estado no puede garantizar el futuro. Esa Venezuela murió. El desarrollo económico lo garantiza el sector privado».
Pese a ello, destacó el cambio de actitud de la administración de Maduro que ahora tiene una política más amplia y lo instó a dedicarse exclusivamente a garantizar los servicios públicos.
«Mientras no hay garantías de servicios, no podemos garantizar una producción para la seguridad alimentaria», concluyó.
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