En un reciente informe del Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP), la organización denunció las condiciones inhumanas a las que se enfrentan los reclusos en los calabozos de la antiguamente denominada Zona 7 en el sector Boleíta de Caracas, actualmente a cargo de la Policía Nacional Bolivariana (PNB).
El documento reveló que actualmente en los calabozos de la Zona 7 hay alrededor de 421 personas privadas de libertad, de los cuales 250 son presos sociales y 171 son considerados presos por motivos políticos, los cuales se encuentran en un área distinta en los calabozos.
¿Cómo son los calabozos de la Zona 7?
Las celdas en este centro de reclusión tienen un espacio reducido, no hay agua, no entra luz solar, ni hay ventilación. «Esta es la tarjeta de presentación del gobierno de turno, así tratan a sus presos, en condiciones deplorables», indicó Humberto Prado, director del OVP.
Una de las áreas de la Zona 7, en las que hay aproximadamente 90 privados de libertad, es conocida como Inframundo. Según el informe, es una una celda sin ventilación, sin la entrada de luz solar y sin baños, teniendo que convivir en hacinamiento extremo y haciendo sus necesidades en bolsas plásticas.
También existe otra celda llamada La llorona, cuyo nombre se atribuye porque las paredes sudan ya que no pasa el aire, el olor es muy desagradable y por el espacio tan reducido los detenidos tienen que dormir de pie.
Ante esta situación, el OVP exhortó al Estado venezolano a cesar de forma inmediata el uso prolongado de la prisión preventiva y evitar la desnaturalización de los centros de detención preventiva.
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