Elbia González, con un pequeño local, atrae a clientes enamorados de la sazón venezolana.
A las 11 de la mañana de un lunes festivo en Colombia ya no quedan empanadas en “Como hecho en casa”, el emprendimiento de Elbia Rosa González López, una venezolana más que, junto a su familia, salió de Venezuela en busca de mejores para ella y los suyos.
Por Proyecto Migración Venezuela
-Buenas. ¿Te queda algo? Dame 11 empanadas de carne desmechada y tres de chicharrón, por favor.
Sobre las 11:15 a.m,, cuando ya estaban dejando todo ordenado y limpio, llegó un cliente, paisano, a comprar 14 empanadas para llevar a casa. Y como él, otros tres clientes se ubicaron en la puerta del establecimiento e hicieron un pedido de seis más. En un momento, Elbia y sus colaboradores estaban preparando 20 empanadas.
Es que si hay algo que sabe hacer Elbia es cocinar. Parece que ha lanzado un encantamiento sobre sus clientes que aman comprar sus productos y disfrutar de la buena gastronomía que recuerda la sagrada tradición de “mordisco, salsa”, que todo venezolano realiza como mantra en cualquier punto de empanadas en la tierra de Bolívar.
Superación y emprendimiento
A sus 52 años, proveniente de San Felipe, Yaracuy, Elbia decidió cambiar el rumbo de su vida hace 5 años y medio, en 2018, buscando un futuro más próspero para ella y su familia.
Junto a su esposo, Carlos Enrique Isculpin, de 55 años, tomaron la difícil decisión de abandonar su exitoso negocio de pastelería, “Rosa Pastel”, debido a la difícil situación económica y la escasez de materias primas en Venezuela. Elbia vendió las máquinas con las que trabajaba y se embarcaron en una travesía hacia Colombia.
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