Air China retomó el viernes sus vuelos regulares a Cuba, cuyas autoridades buscan atraer a viajeros que no suelen visitarla con el fin de fortalecer su sector turístico, que no ha logrado repuntar luego de la pandemia de COVID-19 y un incremento de las sanciones de Estados Unidos.
La aeronave del gigante asiático, un Boeing 787-900, aterrizó en el aeropuerto capitalino José Martí y fue recibida con un arco de agua —una tradición de bienvenida en la aviación— y por altos funcionarios del gobierno, según constató The Associated Press.
En 2023, Cuba sólo reportó la llegada de unos 2,4 millones turistas de todo el mundo.
“Este es un momento histórico para las relaciones comerciales” entre los dos países y “las posibilidades que abre”, dijo el ministro de Turismo cubano, Juan Carlos García, quien reconoció la importancia del puente aéreo como parte de la estrategia para atraer visitantes.
Cuba atraviesa su peor crisis económica en décadas, con fuertes apagones y desabastecimiento para la población. El gobierno no logra obtener solvencia financiera para hacer frente a sus gastos.
Antes de que se desatara la pandemia, el sector turístico cubano era próspero. En 2019 arribaron a la isla 4,2 millones de visitantes de todo el planeta.
“Hoy tenemos dos noticias buenas: hemos reiniciado la ruta directa y… (se ha) publicado el decreto (cubano) de excepción de visado para los ciudadanos chinos”, explicó Ma Hui, embajador chino en la isla.
Desde mediados de la década pasada, Air China había desarrollado vuelos a Cuba que pasaban por Montreal con carga y pasajeros, los cuales se suspendieron en 2020 a raíz de la pandemia.
“Me siento muy contenta y me alegro mucho… somos hermanos y amigos muy buenos”, dijo a su llegada y en español Li Jiazhen, una doctora de 34 años que estudió en esta nación caribeña desde 2009 hasta 2016. “Cuando me informé que para llegar a Cuba no necesitaba el visado me emocioné mucho y compré el boleto”.
Se prevé que la ruta tenga una frecuencia de dos veces por semana y hará escala en Madrid, dijeron los funcionarios.
En la ceremonia de bienvenida también estuvieron presentes el ministro de Transporte, Eduardo Rodríguez, y el primer ministro, Manuel Marrero Cruz, un indicador de la importancia que las autoridades de la isla dieron al arribo del avión de Air China.
“Hemos trabajado duro (para lograr la ruta). Quiero decirles que llegaron para quedarse”, declaró Marrero.
El turismo llegó a ser uno de los tres sectores más dinámicos de la economía cubana, con ingresos superiores a los 3.000 millones de dólares anuales. Ello favorecía la generación de empleos y una mejoría en los ingresos de las familias.
Los países de los que históricamente provinieron más vacacionistas a la isla fueron Canadá, España, Francia y México, y también los cubanos residentes en el extranjero.
Aunque los estadounidenses tienen prohibido hacer turismo en Cuba debido a las sanciones de Washington contra la isla, durante la pasada década una serie de flexibilizaciones habían impulsado muchos viajes desde esa nación.
Estos arribos se vieron reducidos debido a un recrudecimiento radical del embargo a la isla en la presidencia de Donald Trump y que ha continuado en la de su sucesor Joe Biden, con el que se pretende presionar al gobierno cubano para que cambie su modelo político.
Dicha agudización incrementó las restricciones para que los estadounidenses viajen a la isla, puso en una lista negra a hoteles y centros recreativos, y hasta prohibió la llegada de cruceros.
En los últimos meses, las autoridades cubanas insistieron en su interés en fomentar los mercados de turistas chinos y rusos.
A comienzos de mayo se había informado que se eliminaría la imposición de visa para los turistas chinos, medida que se hizo efectiva el viernes a fin de facilitar los procesos de admisión a la isla. Además, se indicó que más adelante se comenzará a implementar visas electrónicas para los pasajeros provenientes de otros destinos.
Durante la pasada década, el incremento del turismo chino a la isla fue de un 23% anual, llegando a ser de casi 43.000 personas en 2019, cuando la pandemia frenó drásticamente los arribos. En 2023 sólo llegaron 18.000 ciudadanos de esa nacionalidad.
En cuanto a los rusos, el otro mercado que se pretende atraer, en diciembre pasado se comenzó un proceso paulatino de aceptación de las tarjetas rusas MIR y hasta la fecha se realizaron transacciones por valor de 2,7 millones de dólares con ese medio de pago a través de 67.000 operaciones.
En el primer trimestre de 2024 se recibieron en Cuba 66.000 visitantes rusos, lo que duplica la cantidad de los que llegaron en el mismo periodo de 2023. Se espera que gracias a la promoción y convenios lleguen 200.000 personas de ese país este año.
Durante la última Feria Internacional de Turismo en abril, las autoridades ya habían dejado en claro su interés de fomentar estos mercados lejanos de visitantes. Precisamente aquel evento estuvo dedicado a Rusia y se anunció que la nación invitada especial para el del 2025 será precisamente China.
Pero el sector no termina de lograr las expectativas trazadas. En diciembre de 2023 el gobierno indicó que se esperaba la llegada de unos 3,5 millones de turistas para este año. Sin embargo, el ministro García ajustó recientemente los estimados a tres millones.
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