En ese tiempo no tuvo ningún cargo ni en el Ejecutivo ni el Legislativo. Es aquí cuando se habla de la posible disparidad con Maduro y de la caída de su poder, una tesis que todos las fuentes consultadas comparten.
En 2018 retoma algo de poder institucional cuando se convierte en presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, un cuerpo plenipotenciario copado por el oficialismo y del que la oposición no reconoce su legitimidad.
Ese año, por primera vez, Cabello es objeto de sanciones personales.
Primero fue la Unión Europea, luego el gobierno suizo y el de Panamá, que lo consideró persona de alto riesgo “en materia de blanqueo de capitales, financiamiento del terrorismo y financiamiento de la proliferación de armas de destrucción masiva».
Por último lo hizo el Departamento del Tesoro de EE.UU., que también sancionó a su hermano, José David, y a su esposa, Marleny Contreras.
Cabello calificó las sanciones de «inmorales» y aseguró que esa medida «demuestra que vamos en el camino correcto, que avanzamos en una revolución auténtica».
Si en las instituciones no tuvo poder de facto durante un tiempo, siempre hubo un lugar donde Cabello reinó, dejó clara su impronta y marcó “el poder psicológico que ejerce sobre la sociedad”, según apunta una de las fuentes consultadas.
El ahora ministro de Interior es una de las caras más visibles del PSUV y tiene la mayor plataforma de propaganda del chavismo, su programa de televisión “Con el mazo dando” y que se emite en el canal del Estado desde 2014.
“Cabello ha sido capaz de construir su propia plataforma, su estructura de poder. La presencia mediática que tiene es superior a cualquier otro miembro de la élite chavista y tiene cierto nivel de incidencia sobre las Fuerzas Armadas aunque esto se ha reducido notablemente en los últimos años”, cuenta a BBC Mundo otra fuente dentro de Venezuela que desea permanecer en anonimato.
El programa cuenta con un bloque dedicado a su análisis personalísimo de la prensa y una “Cartelera de la Semana” donde muestra su mordacidad comentando publicaciones de medios o tuits de analistas y políticos críticos al chavismo.
Para sus defensores, Cabello “habla clarito a todo el mundo, con contundencia” en su programa, según recogió BBC Mundo en una visita al programa en 2019.
Para otros, el mensaje de “Cabello te nombró en el Mazo” es un aviso que suele acompañarse de precauciones extra y una bajada de perfil por quien fue nombrado.
En 2023 un informe de Naciones Unidas denunció que el programa es “regularmente utilizado para desacreditar a opositores reales o percibidos, llegando incluso a acusarlos de delitos graves”.
Se trata del informe de la Misión Internacional Independiente para Venezuela, creada por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, que subrayó que las declaraciones de Cabello “amenazan la seguridad de las personas contras las que van dirigidas, ya que en ocasiones han desencadenado procesos penales arbitrarios”.
Por solo poner un ejemplo, en marzo de 2019 y en el marco de los mega apagones que dejaron a Venezuela sumida en la oscuridad por días, Cabello acusó al reconocido periodista y defensor de Derechos Humanos Luis Carlos Díaz como supuesto responsable de los cortes de energía.
Tres días después, Díaz fue detenido por agentes del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin).
Fue también desde El Mazo donde, en 2017, Cabello habló por primera vez de la “Operación Tun Tun”, para referirse a las detenciones de “terroristas” -en referencia a opositores-, el nombre que ahora se da a la dura respuesta de arrestos masivos a manifestantes y opositores tras las elecciones del 28 de julio.
Control del orden público y la inteligencia
El cargo de ministro de Interior, Justicia y Paz no es algo nuevo para el número dos del PSUV. La primera vez que lo ocupó fue en una coyuntura muy complicada y con alta conflictividad social: justo tras el golpe de Estado contra Chávez, en 2002.
Ahora, también, Venezuela tiene un momento de alta tensión social.
Tras las elecciones del pasado 28 de julio, la oposición publicó las actas recolectadas por sus testigos de mesa y, según estas, González Urrutia ganaba por un 70% a Maduro, contrario a lo anunciado por el CNE.
Esto devino en movilizaciones en todo el país y en el exterior para exigir al ente electoral la publicación de las actas mesa por mesa para auditar los resultados. En los barrios populares de Caracas también se vieron grandes movilizaciones cuestionando el triunfo de Maduro.
De la mano llegaron las detenciones.
Hasta ahora, la ONG Foro Penal contabiliza 1.263 arrestos, que incluyen a dirigentes políticos, activistas, periodistas, ciudadanos comunes, sobre todo de sectores populares, y más de un centenar de menores de edad, acusados de delitos como terrorismo e instigación al odio.
Ahora, con su nuevo cargo, Cabello tendrá bajo su manto precisamente el control de todo el orden público y la inteligencia del país: Policía Nacional Bolivariana (PNB), Guardia Nacional Bolivariana (GNB), el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) y el Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin).
“Hoy Venezuela se encamina a la paz definitiva. Una paz donde el pueblo sienta que aquellos que han actuado en contra de la Constitución y de la ley, les sea aplicada la justicia a tiempo”, dijo Cabello esta semana al tomar su puesto.
Las fuentes que nos hablan desde Venezuela bajo anonimato se refieren a este nombramiento con dos palabras: miedo y terror.
El medio venezolano Caracas Chronicles posteó en Instagram un mensaje sobre este nombramiento: “Esto significa que Maduro recurrirá fuertemente a la violencia gubernamental para mantenerse en el poder. Se avecinan días oscuros”
Misma idea repite Carmen Beatriz Fernández a la hora de calificar la estrategia de Maduro detrás de esta nombramiento: “De cara al país muestra cohesión e intenta infundir terror. Y, a la vez, es la venganza al electorado del PSIV tras haber perdido la elección”.
Para Fernández, la “pérdida de soporte popular” es un sismo dentro de las instituciones políticas en las que se apoya Maduro y, asegura, “la pérdida de poder les parece un salto al vacío”. Esto, a su juicio, hace que “estén aterrados y amortizan su propio terror aterrando”.
Maryhen Jiménez, académica en la Universidad de Oxford (Reino Unido) y experta en el estudio de oposiciones políticas y políticas autoritarias, hace un balance general del nuevo gabinete de Maduro y bajo su análisis, “muestra que va a mantener una línea dura en cuanto represión a la disidencia”.
“El gobierno tiene un reto importante, que es afectar la psicología en la sociedad, minimizar el número de personas que insisten en que se respete la voluntad popular expresada en las urnas”, cuenta Jiménez.
Un mensaje de cohesión
El hecho de traer nuevamente a las instituciones a alguien a quien Maduro quiso mantener al margen de ciertos poderes también da un mensaje a muchos niveles. ¿Por qué este regreso a una cartera tan importante?
Fernández explica que, ahora, Cabello “es parte formal de la cadena de mando, lo que lo expone directamente en la represión y compromete más ante procesos como los de la Corte Penal Internacional (CPI)”.
En noviembre de 2021, CPI abrió una investigación formal contra el gobierno de Nicolás Maduro por posibles crímenes de lesa humanidad.
“Hasta ahora «se sospechaba» que Cabello incidía mucho en todo lo que tuviera que ver con inteligencia y represión. Ahora está en la línea de mando, le responsabiliza directamente. Si la consigna es «morir matando» tú estás a cargo, creo que es el mensaje. Es rudo”, afirma.
“Esto nos dice que se están atrincherando más y es correr hacia adelante sin importar lo que pase, sin importar los costos”, apunta una de las fuentes desde Venezuela.
La otra capa del mensaje es dar una idea de cohesión frente a la oposición y la comunidad internacional.
“Este gabinete es la señal de que las élites más importantes y visibles (del chavismo) están unificadas en una línea para prevenir públicamente la idea de que hay fragmentación ente mini bloques de poder. Es importante, quieren comunicar cohesión al más alto nivel”, señala Maryhen Jiménez.
Sobre una posible negociación con María Corina Machado y Edmundo González Urrutia estos nombramientos también hablan claro.
“Con estas decisiones que han tomado han cerrado las vías, cruzado líneas rojas. No mandan señales de querer negociar, más bien es en sentido contrario. Están comunicando cohesión y disposición a mantenerse”, marca Jiménez.
Y, en lo concreto, todo este nuevo movimiento supone una gran subida de perfil Diosdado Cabello.
Como sostiene Fernández, “sin duda, lo podemos considerar uno de los hombres más poderosos de Venezuela. Más hoy que ayer. Y más ayer que el 27J”.