La vitamina D es un nutriente esencial para el funcionamiento del cuerpo humano. Es clave para la absorción del calcio: ayuda a que los huesos estén fuertes. La cantidad de vitamina D que una persona necesita por día depende de su edad.
Además, la vitamina D es vital para el movimiento muscular, la transmisión de mensajes nerviosos y el fortalecimiento del sistema de defensas, según aclaró la Oficina de Suplementos Dietarios de los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos.
En Sudamérica, saber si se tienen niveles adecuados de vitamina D es importante, ya que si bien la población puede exponerse a mucho sol, se ha descubierto que hay déficit de vitamina D a través de una revisión de estudio realizada por investigadores de Brasil.
De acuerdo con el organismo federal de los Estados Unidos, las cantidades promedio diarias recomendadas en microgramos son:
- Bebés hasta los 12 meses: 10 mcg
- Niños desde el segundo año de vida y adolescentes: 15 mcg
- Adultos de 19 a 70 años: 15 mcg
- Adultos mayores de 71 años: 20 mcg
Los beneficios de la vitamina D, que incluyen el fortalecimiento óseo y muscular, son vitales, y mantener niveles adecuados es fundamental para la salud general.
Contribuye a prevenir la osteoporosis, una enfermedad que hace que los huesos se vuelvan más delgados y débiles y sean más propensos a fracturas.
Además, al cuerpo le hace falta la vitamina D para otras funciones. Por ejemplo, es indispensable para que el sistema inmunitario pueda combatir las bacterias y los virus que lo atacan.
Las fuentes de vitamina D son los alimentos, el sol y los suplementos dietéticos, según la Oficina estadounidense. Una manera de saber si una persona está recibiendo suficiente vitamina D es un análisis de sangre que mide su concentración.
En la sangre, una forma de la vitamina D denominada “25-hidroxivitamina D” se mide en nanogramos por mililitro (ng/mL). En los Estados Unidos, se considera que si el análisis de sangre arroja el resultado de 12 ng/mL son niveles demasiado bajos y podrían debilitar los huesos y perjudicar la salud.
Consultado por Infobae el médico Ramiro Heredia, especialista en medicina interna del Hospital de Clínicas José de San Martín de la Universidad de Buenos Aires, dijo: “Aún no está estandarizada la frecuencia en que debe medirse el nivel de vitamina D en personas sanas. Pero se debería prestar atención al tema especialmente en personas con más riesgo de tener déficit”.
“En los grupos de personas con más riesgo, quizá la exposición a la luz solar y a la alimentación saludable encuentre límites -comentó Heredia-. Lo mejor es que consulten a su médico de cabecera”.
La deficiencia de vitamina D se ha convertido en un problema de salud pública significativo en Sudamérica, según un estudio que fue publicado en Nutrition Reviews. A pesar de la abundante radiación solar en la región, la prevalencia de esa deficiencia es sorprendentemente alta.
El análisis, que incluyó a 227.758 participantes de 96 estudios, reveló que el 34.76% de la población presenta niveles insuficientes de vitamina D, definidos como menos de 20 ng/mL de 25-hidroxicalciferol.
El estudio, que abarcó investigaciones publicadas antes del 1 de julio de 2021, se centró en adultos sanos de Sudamérica. Los resultados mostraron variaciones significativas en la prevalencia de la deficiencia de vitamina D según la edad, el sexo, el país, la latitud, la estación del año y el año de publicación.
Los hallazgos son un llamado de atención sobre la necesidad de implementar estrategias de salud pública que incluyan la prevención, detección y tratamiento de la deficiencia de vitamina D en la región, de acuerdo con los autores de la revisión liderados por Marcela Mendes y Patricia Botelho, del Departamento de Nutrición de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Brasilia en Brasil.
El grupo de investigadores señaló una paradoja: en una región como Sudamérica hay una alta exposición solar, pero se registra deficiencia de vitamina D. Señalaron entonces que factores como el estilo de vida, la dieta y posiblemente la genética podrían influir en los niveles de esa vitamina en la población.
Algunas personas tienen más dificultades que otras para obtener suficiente vitamina D. Por ejemplo, los adultos mayores pueden estar dentro de ese grupo. Con la edad, se disminuye la capacidad de la piel para producir vitamina D al exponerse a la luz solar.
También las personas que rara vez exponen la piel al sol porque no salen al aire libre o porque mantienen el cuerpo y la cabeza cubiertos. “Los protectores solares también limitan la cantidad de vitamina D producida por la piel”, expresaron los expertos de la Oficina de Suplementos Dietarios.
Las personas de piel oscura, las que tienen trastornos que limitan la absorción de las grasas, como la enfermedad de Crohn, la enfermedad celíaca o la colitis ulcerosa, y las personas con obesidad o que han tenido una cirugía de derivación gástrica pueden necesitar más vitamina D que otras.