Ante las bajas pensiones o jubilaciones que reciben los adultos mayores en Venezuela que los hacen sobrevivir en condiciones de precariedad, éstos se han visto obligados a regresar al mercado laboral informal para poder costear alimentos y medicinas.
Los emplean en áreas de limpieza, planchado, cuidado de menores y transporte, según señala la directora de proyectos en Convite, Francelia Ruíz a Unión Radio.
«Los adultos mayores constituyen uno de los grupos poblacionales más vulnerables; muchos en situación de soledad, envejeciendo en unas condiciones de precariedad (…) las personas mayores no pueden comprar alimentos ni medicamentos. El encarecimiento de los productos básicos ha supuesto que los adultos dependan de donativos», dijo.
Ruíz señaló que es necesario que el Estado garantice políticas públicas a favor de los ancianos; tales como atención médica, aumento de pensiones, entrega de medicinas.