La mujer, que dejó sola a su bebé en Estados Unidos para irse de vacaciones, pasará el resto de su vida en la cárcel. La convicta ha estado lidiando con problemas mentales y depresión, y ha pedido perdón al declararse culpable de abandonar a su hija, que murió de hambre y de sed.
Ilustración: Jeanette Ortega Carvajal / X: @jortegac15 Mi madre, María Fulvia Laprea Sifonte, era hija de un emigrante italiano que llegó a Venezuela de un pequeño pueblo...
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