Asunción, 1 ago (EFE).- Con siete sorbos de carrulim, un brebaje a base de caña blanca, ruda y limón, o infusiones de siete hierbas, los paraguayos reciben agosto, un mes que la creencia popular considera «difícil» por los cambios de temperatura que traen consigo enfermedades respiratorias o alergias.
Según las costumbres ancestrales, el 1 de agosto se toman en ayunas siete tragos de carrulim, una bebida declarada desde 2019 Patrimonio Cultural Inmaterial del país por la Secretaría Nacional de Cultura.
El carrulim, explicó a EFE Javier Torres, gestor cultural y propietario de la tienda Tereré Literario en Asunción, «es un brebaje natural que se toma antes del mate o del tereré (la infusión tradicional de los paraguayos) para depurar la sangre».
«La creencia -añadió- es que en agosto vienen muchas enfermedades que uno tiene que ahuyentar».
La ruda, la planta medicinal nativa de la región del Mediterráneo y del suroeste de Asia, entre otros, se considera en el país una forma natural de «depurar» la sangre, pero también de espantar la «mala vibra» y «toda la mala onda» de este mes.
Torres destacó que los paraguayos son «los mayores consumidores de la medicina alternativa», debido al legado «muy importante en plantas medicinales» dejado por los guaraníes.
Este año, los comerciantes de la llamada «calle de los yuyos», ubicada en el Mercado 4 de la capital paraguaya, esperan vender más de 500 litros de esta bebida.
Por su parte, el promotor cultural de la Municipalidad de Asunción Clemente Cáceres señaló a EFE que los tres ingredientes del carrulim -acrónimo de caña, ruda y limón- fueron traídos a América por los españoles e incorporados por los guaraníes a su costumbre de curarse por medio de infusiones, ungüentos o ritos chamánicos.
Esos ingredientes, comentó, «son tres poderosos antigripales», usados durante la época de la Colonia «desde que entraba el invierno, incluso el otoño, hasta la primavera, para evitar complicaciones respiratorias fundamentalmente».
Pero también en agosto, mes que, según una creencia guaraní «se lleva a las vacas flacas y a los ancianos», se acostumbra a añadir en la preparación del tereré siete yerbas, como son ajenjo, verbena’i, pyno’i, romero, ruda, ka’apiky y agosto poty.
Con la ingesta de estas hierbas o yuyos, a las que se le atribuyen propiedades para purificar la sangre, combatir el colesterol y otras dolencias, se busca prevenir «la muerte repentina» o accidentes cardiovasculares, según Cáceres.
Es así como cada 1 de agosto los paraguayos también celebran, desde 2014 y por una resolución de la Cámara de Diputados, el Día Nacional del Pohã Ñana (planta medicinal, en guaraní).