La autorización de Washington también tendrá un efecto colateral: potencialmente posibilitando que Reino Unido y Francia le den permiso a Ucrania a usar los misiles Storm Shadow dentro de Rusia. Los Storm Shadow son misiles crucero de largo alcance de fabricación francobritánica con capacidades similares a los ATACMS de EE UU.
Durante meses, el gobierno de Biden se había negado a autorizar a Ucrania a atacar a Rusia con misiles de largo alcance, por temor a una escalada del conflicto.
Vladimir Putin ha advertido contra el uso de armas occidentales para atacar a Rusia, indicando que Moscú interpretaría eso como una “participación directa” de los países de la OTAN en la guerra en Ucrania.
“Cambiaría sustancialmente la misma esencia, la naturaleza del conflicto”, declaró Putin en septiembre. “Eso significaría que los países del a OTAN, EE UU y los Estados europeos, están peleando contra Rusia”.
Rusia ha dejado claras sus “líneas rojas” antes. Algunas, incluyendo el suministro de tanques de combate y aviones de combate modernos a Ucrania, han sido cruzadas desde entonces sin desatar un guerra directa entre Rusia y la OTAN.
Kurt Volker, un exembajador de EE UU ante la OTAN, dijo: “Al restringir el alcance del uso de las armas estadounidenses a Ucrania, EE UU estaba injustificadamente imponiendo una restricción unilateral a la autodefensa de Ucrania”.
Añadió que la decisión de limitar el uso de ATACMS era “completamente arbitraria y tomada por el miedo de ‘provocar’ a Rusia”.
“No obstante, es un error manifestar tal cambio públicamente, porque le da a Rusia un aviso por adelantado de los posibles ataques ucranianos”.
¿Cómo reaccionará Donald Trump?
La medida llega a sólo dos meses de que Donald Trump regrese a la Casa Blanca.
El presidente electo ya ha manifestado que pretende poner fin rápidamente a la guerra en Ucrania, sin especificar cómo planea hacerlo, y podría cancelar el uso de los misiles una vez asuma el poder.
Trump todavía no ha dicho si continuaría con la medida, pero alguno de sus más cercanos aliados ya la han criticado.
Su hijo, Donald Trump Jr, escribió en las redes sociales: “El complejo militar-industrial parece querer asegurarse de empezar la Tercera Guerra Mundial antes de que mi padre tenga la oportunidad de crear la paz y salvar vidas”.
Muchos de los más altos funcionarios de Trump, como el vicepresidente electo JD Vance, afirman que EE UU no debería suministrar más asistencia militar a Ucrania.
Pero otros dentro del próximo gobierno de Trump tienen una opinión diferente. El consejero de Seguridad Nacional, Michael Waltz, ha sostenido que EE UU podría acelerar la entrega de armamento a Ucrania para forzar a Rusia a negociar.
No está claro qué dirección tomará el presidente electo. Pero muchos en Ucrania temen que cortará la entrega de armamento, incluyendo los ATACMS.
“Estamos preocupados. Esperamos que [Trump] no revierta [la decisión]”, comentó a la BBC Oleksiy Goncharenko, un parlamentario ucraniano.