«Vengan conmigo y los haré pescadores de hombres», le dijo Jesús a seguidores, según los evangelios de Marcos y de Mateo.
En similares términos, se pronunció Johnson, quien recordó que «en las primeras representaciones orientales de la última cena en la mesa se suelen encontrar dos peces y no el cordero como ahora».
Sin embargo, la profesora de la Universidad Eclesiástica San Dámasco ofreció otros elementos que explican la decisión de los primeros cristianos.
«El pez es un símbolo antiquísimo, sobre todo para aquellos pueblos que están muy relacionados con el mar y en particular con el mar Mediterráneo. Era un símbolo que representaba la fecundidad y los ciclos de la vida», agregó.
Por su parte, San Agustín de Hipona da en sus escritos otras luces de por qué este animal fue el símbolo escogido por los primeros cristianos para identificarse y sostiene que los seguidores de Jesús eran como los peces que se ocultaban en las aguas en busca de la verdad oculta a simple vista.
«Nosotros, pequeños peces, tras la imagen de nuestro ichthys, Jesucristo, nacemos en el agua», escribió Tertuliano.

Desde hace más de 1.500 años los católicos adoran las imágenes de Cristo crucificado los viernes santos. Getty Images
La visión que lo cambió todo
Al emperador Constantino I (280 – 337) no solo se le atribuye el fin de la persecución de los cristianos y la legalización de su fe en el siglo IV, sino también la incorporación de la cruz como el símbolo de esta religión.
«Se cuenta que cuando Constantino se alistaba para batallar contra su rival, Majencio, en el puente Milvio, a las afueras de Roma, vio una cruz en el cielo y escuchó una voz que decía: ‘Con esta señal, vencerás’», rememoró la profesora Taylor.
«El emperador, entonces, mandó pintar la cruz en los escudos de sus soldados y ganó la batalla. Y a partir de entonces, la utilizó militarmente y también como símbolo personal en sus monedas, y ordenó colocarla en lo alto de las iglesias», agregó.
No obstante, la historiadora inglesa aclaró que el símbolo no se trataba de la cruz que conocemos actualmente, sino que era una combinación de dos letras griegas: la Ji (representada como una X) y Rro (representada como una P), las cuales son las primeras letras de la palabra griega Christos (Cristo).
Por su parte, MacCulloch y Johnson afirmaron que antes de la intervención imperial, la cruz ya venía siendo asumida por los cristianos como parte de su simbología.
«Padres de la Iglesia como San Justino Mártir en el siglo II comenzaron a reinterpretar a la cruz y aseguraban que representaba toda la ordenación de Dios en el cosmos, porque tiene cuatro direcciones, las cuales representan los puntos cardinales y los cuatro ríos que salen del Edén, según el libro del Génesis», apuntó Johnson.
«En el siglo III, Minucio Félix, que fue un romano converso al cristianismo, comentó que para los romanos los cristianos estaban locos, por venerar a alguien que había sido enjuiciado y condenado a la pena capital romana», agregó.

A partir de la Edad Media, las imágenes de Cristo crucificado se fueron haciendo más cruentas y sangrientas. Getty Images
Esta versión es corroborada por la profesora de Estudios Religiosos de la Universidad Holy Cross (Estados Unidos), Joanne Pierce, quien citó el caso del llamado grafiti de Alexámeno, una ilustración encontrada en un muro del monte Palatino (Roma), en la que se ve una figura crucificada con cabeza de burro.
«El cristianismo estaba prohibido en aquella época en el Imperio Romano y algunos lo criticaban por considerarla una religión para necios y buscaban ridiculizarla», escribió en un artículo publicado en The Conversation, en 2020.
«Pero para los cristianos, la cruz tenía un profundo significado. Entendían que con su muerte en la cruz, Cristo ‘completó’ su misión y que su resurrección, tres días después, fue la señal de su ‘victoria’ sobre el pecado y la muerte», agregó la experta.
El emperador Constantino fue también quien encargó a su madre, Helena, la tarea de encontrar la cruz donde murió Jesús en Jerusalén y la noticia de que supuestamente la encontró, en el sitio donde hoy se alza la Basílica del Santo Sepulcro, contribuyó a la resignificación del símbolo.

El proceso de adopción de la cruz como símbolo por parte de los cristianos fue algo que tomó su tiempo, aseguraron los expertos consultados. Getty Images
Poco a poco
El hecho de que el emperador prohibiera, en el año 337, la crucifixión como mecanismo para aplicar la pena capital fue otro elemento que facilitó la reinterpretación que los líderes religiosos venían haciendo de la antigua arma de ejecución.
Sin embargo, la arqueóloga española explicó que el proceso de incorporación del símbolo tomó tiempo. Así, las primeras cruces eran «amables, estaban decoradas con piedras preciosas y no tenían elementos cruentos».
«A partir del siglo VI es que aparecen las figuras de Cristo crucificado, pero estas eran serenas, sin heridas ni sangre y estaba vestido como sacerdote o como un rey», prosiguió.
«Será en la Edad Media, llena de guerras, de la peste y de problemas religiosos como la Reforma protestante y la Contrarreforma, cuando las imágenes del Cristo crucificado se van tornando cada vez más duras y sangrientas como las que se ven en las procesiones españolas», agregó.
Más de dos milenios después de los hechos ocurridos en Jerusalén, la cruz se ha convertido en el símbolo indiscutible que identifica la religión fundada en la predicada del carpintero de Nazaret.

Los primeros cristianos representaban a Jesús vivo, pero luego los teólogos reinterpretaron su muerte en la cruz como un paso fundamental para su misión. Getty Images