La denuncia que le interpuso su expareja por violencia ha abierto una serie de interrogantes sobre el futuro político de Alberto Fernández y del peronismo, del que era un importante representante.
Fernández fue presidente de Argentina entre 2019 y 2023, después que la líder del peronismo Cristina Fernández de Kirchner (CFK) lo eligió para encabezar la lista que ella misma secundó y ganaran las elecciones contra el exmandatario, Mauricio Macri.
Pero esa relación terminó rota. Kirchner acusó a Fernández, aun siendo presidente, de mala gestión y doble moral.
“El problema de CFK es el peso del dedo. Ella lo ha dicho todo de Fernández, pero sigue estando ese problema de origen: ella lo eligió”, dijo la analista de opinión pública Shila Vilker, directora de la consultora Tres Punto Zero.
“Bastante daño ya le había hecho al peronismo, pero esto duplica”, afirmó al ser consultada respecto a la onda expansiva que podría generar la investigación judicial contra Fernández por maltrato físico y psicológico contra su expareja y madre de su hijo, Fabiola Yáñez.
Por su parte, Pablo Knopoff, director de Isonomía Consultores, consideró que “el votante kirchnerista no está orgulloso de sus últimos tres votos o no de manera total. Por eso me parece que la herida es grande”.
“El electorado peronista se viene frustrando por resultados y por representación. Hay que pensar que Cristina les ofertó en 2015 a (el exgobernador bonaerense y hoy ministro de Deporte y Turismo de Javier Milei, Daniel) Scioli; en 2019, a Alberto (Fernández) y en 2023, a (el exministro de Economía ) Sergio Massa, Es factible que quieran ir a lo ‘puro’, Cristina misma o al gobernador de la provincia de Buenos Aires y dirigente kirchnerista) Axel Kicillof , o quieran irse”.
Kirchner, que aún permanece de viaje en México, no se ha expresado aún sobre el asunto, pero sí lo han hecho dirigentes de su máxima confianza, como la senadora nacional Juliana Di Tullio o la alcaldesa de Quilmes, municipio de la poderosa provincia de Buenos Aires, Mayra Mendoza. Ambas condenaron a Fernández y apoyaron la denuncia de Yáñez.
Otros líderes del peronismo han sido denunciados por violencia contra las mujeres, como el exgobernador de la provincia de Tucumán y exsenador José Alperovich, condenado y detenido por agresión sexual contra su sobrina; y el alcalde de La Matanza, el distrito más populoso de la provincia de Buenos Aires, Fernando Espinoza, procesado por abuso sexual.
En ninguno de los dos casos hubo una condena pública y contundente por parte de la expresidenta.
El antropólogo y analista político Pablo Semán cree que “hay un primer gran efecto que repercute sobre Alberto Fernández y sobre el peronismo en general, porque las acciones de Alberto con su pareja actualizan y fortalecen la percepción de una falla moral en el peronismo”.
Por su parte, Vilker considera que «esto empuja hacia el abrazo a Milei. Suma a esta idea de la falta de palabra, de la doble moral, del son todos iguales”.
Los analistas recordaron que Fernández buscó construir la identidad de su gobierno sobre dos pilares: la honestidad –él era peronista, pero «no corrupto como el kirchnerismo»– y el feminismo.
«Terrorismo psicológico»
El 30 de marzo de 2020, cuando llevaba apenas unos meses en el poder, Fernández afirmaba en una entrevista por Instagram con el cantante Residente: “Las mujeres en Argentina saben que soy el primer feminista”. Un concepto sobre el que volvería muchas veces durante su mandato, como por ejemplo el 8 de marzo de 2022, cuando en su discurso por el Día de la Mujer, sentenció: “Me da vergüenza que en la Argentina una mujer padezca violencia de género”.
Ahora, la mamá de su hijo Francisco –nacido el 11 de abril de 2022–, denunció que mientras públicamente tenía estas expresiones, en la intimidad de la Quinta de Olivos –residencia presidencial– ejercía violencia física y psicológica sobre ella.
En Argentina nadie duda de la palabra de Yáñez, quien, al impulsar la acción penal ante el Juez Federal, Julián Ercolini, expresó estar siendo víctima de “terrorismo psicológico” y pidió que se resguarde su seguridad. El magistrado ordenó sobre Fernández la prohibición de salida del país, de contactarla por cualquier vía (Yáñez reside en España con su madre y su hijo) y acercarse a menos de 500 metros.
A última hora del 6 de agosto, a través de un escueto comunicado difundido en sus redes sociales, Fernández negó los hechos y aseguró que aportará ante los tribunales “las pruebas y testimonios que dejarán en evidencia lo que realmente ocurrió”.
El expediente judicial recién comienza. Yáñez no ha abundado aún en detalles sobre los episodios de violencia –lo hará en una próxima audiencia–, pero sí se sabe que no fue solo un caso. En el expediente original constan chats, audios y hasta fotos que demostrarían la violencia ejercida por el exmandatario sobre su pareja.
Todo ello surge del peritaje al teléfono móvil de Maria Cantero, secretaria histórica de Fernández y esposa de Héctor Martínez Soza, el empresario investigado junto a Fernández por un desfalco millonario al Estado argentino a través de una maniobra injustificada de contratación de seguros para diferentes reparticiones públicas.
“Fernández reedita en su persona todo el vendaval de rechazo que sufrió el peronismo hace menos de un año en las elecciones. Viene a ser como una muestra condensada de peronismo para que una sociedad cansada de esa fuerza política vuelva a ejercer el rechazo”, dijo el analista Semán.
“El peronismo cree leer en todo esto una posibilidad de autopurificación, cree que enfatizar la responsabilidad de Alberto y separar al partido, le rendiría algún beneficio. Obviamente, y con justicia, Fernández se llevará a la peor parte, pero el peronismo no saldrá purificado de esta situación”, afirmó.
Tampoco Vilker y Knopoff se muestran optimistas respecto a que el peronismo logre resurgir de la profunda crisis por la que atraviesa, utilizando a Fernández como una suerte de “chivo expiatorio”.
“Creo que todo esto daña al sistema. Por eso siento que esto incrementa la idea de Milei como interregno. Las democracias necesitan ligas de expresidentes para crecer en agenda”, dijo Knopoff.
Por su parte, la directora de Tres Punto Cero, si bien advierte que “Alberto no dejó ningún estandarte en pie y que el peronismo está en 25 puntos de núcleo duro, por lo que es difícil perforarlo aún más”, apuntó a que el problema reside en los electores blandos o “independientes”, que son los que terminan definiendo la elección.
Y en ese universo, la denuncia por violencia de género, más que la de corrupción, contra Fernández tendrá un impacto duradero, “es sensacionalismo puro, influirá en las elecciones de medio término”, aseveró.
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