Youtube: Frans
En las alturas de Huancavelica, entre los distritos de Santa Ana y Pilpichaca, se extiende la enigmática Laguna Choclococha. Con sus imponentes 4605 metros sobre el nivel del mar, esta laguna no solo da origen a los ríos Pampas e Ica, sino que también es testigo mudo de un pasado lleno de misterio. Con paisajes impresionantes y un clima extremo que alterna entre días fríos y noches gélidas, este lugar esconde una historia que despierta fascinación.
El destino trágico del pueblo de Choclococha, que alguna vez floreció en sus orillas, es lo que realmente capta la atención. Mediante un viaje documentado por el youtuber Frans Huanchi, conocido como Frans, se relata cómo una inundación repentina obligó a los habitantes a abandonar el pueblo, dejándolo sumido en el olvido. Hoy es un pueblo fantasma, con calles desiertas y edificaciones en ruinas, atrapado en el tiempo. ¿Qué secretos y relatos permanecen ocultos entre sus paredes deterioradas? La desparecida localidad invita a curiosos y aventureros a desentrañar las historias que quedaron atrás cuando las aguas lo reclamaron.
Choclococha era un pequeño, pero vibrante pueblo, donde sus habitantes vivían en estrecha relación con la naturaleza, aprovechando los recursos que la laguna ofrecía. Sus calles empedradas y casas de adobe eran testimonio de una comunidad autosuficiente y rica en tradiciones. La pesca en la laguna y la agricultura en los alrededores eran las principales actividades económicas, mientras las festividades locales y las reuniones comunitarias mantenían vivo el espíritu del pueblo. En cada rincón, se podía percibir un sentido profundo de pertenencia y colaboración, elementos que definían la identidad antes de su trágico abandono.
Foto: Mincetur
La laguna Choclococha, una de las más grandes de la región Huancavelica, dominaba el paisaje del pueblo. Sus aguas, que cambiaban de color entre azul y verde dependiendo del clima, eran alimentadas por 15 quebradas adyacentes. Durante la temporada de lluvias, estas fuentes naturales convertían la laguna en un vasto reservorio, según información proporcionada por el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo. Este fenomenal cuerpo de agua no solo sostenía la economía local, sino que también era un símbolo de la conexión profunda que los habitantes sentían con su entorno.
La tranquilidad del pueblo de Choclococha se vio abruptamente interrumpida durante los años 70, cuando un inesperado aumento en el nivel de las aguas de la laguna comenzó a inundar la comunidad. Según el generador de contenido Frans, la laguna creció tanto que pronto reclamó las tierras y hogares, obligando a sus habitantes a abandonar el lugar y buscar refugio en otras zonas.
“La inundación de la laguna es por lo que nos hemos retirado, cada uno ha hecho su casita con su esfuerzo. Nunca recibimos apoyo de alguna institución”, comentó una antigua pobladora de Choclococha durante una entrevista con Frans Huanchi. Sin previo aviso, el desastre natural dejó el pueblo sumido en el olvido, con sus calles desiertas y edificaciones en ruinas, atrapado en el tiempo y el silencio.
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En las alturas de Huancavelica, se encuentra la Laguna Choclococha, un lugar de belleza natural que oculta un pasado inquietante. Este cuerpo de agua no solo es conocido por su altitud y sus cambiantes tonalidades entre azul y verde, sino también por ser el testigo mudo de la desaparición de un pequeño pueblo con el mismo nombre. La tranquila vida en este pueblo de casas de adobe y calles empedradas, se vio interrumpida por un evento que muchos describen como una maldición.
Uno de los rumores más fascinantes sobre el origen de la inundación sigue resonando entre los habitantes. Según una vieja leyenda local, un anciano llegó al pueblo en busca de ayuda y alimentos. Sorprendentemente, nadie aceptó ayudarle, salvo una joven que, conmovida por su desesperación, le ofreció comida.
Tras saciar su hambre, el anciano reveló que una maldición caería sobre esta localidad debido a la falta de compasión de sus habitantes. Advirtió a la joven que huyera de inmediato, con una sola condición: no debía mirar atrás mientras escapaba. Dominada por la curiosidad o el miedo, la joven no pudo resistir y volteó la cabeza, convirtiéndose en piedra al instante. Poco después, la laguna comenzó a crecer, inundando el pueblo y sellando el fatídico destino de este poblado.
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El youtuber Frans Huanchi, en su recorrido por la zona, revela el desolador estado actual de Choclococha. La inundación obligó a los comuneros a retirarse, dejando atrás sus hogares y vidas. Ahora, entre 50 y 80 casas permanecen abandonadas, envueltas por la vegetación de la región, principalmente ichu, esa resistente planta de la puna andina. Las calles, antes llenas de vida, ahora se encuentran desiertas, y el sonido del viento es el único eco de un pasado perdido.
Aunque el lugar ya no está habitado, ocasionalmente es visitado por nuevos pobladores que llegan a pastorear sus animales en los alrededores. A pesar de estas visitas esporádicas, nadie se atreve a establecer una residencia permanente en el pueblo fantasma. Las casas de adobe en ruinas y las calles vacías ofrecen un paisaje sobrecogedor, reflejo de un tiempo detenido.
Hoy, Choclococha sigue siendo un testimonio silencioso de una tragedia que despojó a sus habitantes de su hogar. Las ruinas sirven como un recordatorio del impacto devastador de la naturaleza y del coraje de aquellos que tuvieron que empezar de nuevo en otros lugares. Este desolado pueblo invita a los aventureros y curiosos a explorar sus desiertas calles y a reflexionar sobre la fugacidad de la vida y la resiliencia humana.
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