“Este oprobioso régimen, Vladimir, está de salida. Y ustedes lo saben bien al igual que todos nosotros y el mundo entero. Yo particularmente acompaño a mi padre hasta la tumba, pero no me entierro con él. No sabemos cuál será el desenlace de este fraude apoyado por ustedes pero la responsabilidad será enterarme de la FANB que tú comandas. Y pasará a la historia como un acto de soberanía o será tirado al foso de la inmundicia por alta traición a la Patria y sus pobladores”, le dice en una demoledora comunicación que el Capitán de Navío Adolfo Ernesto Añez Marcano le envió al ministro de la Defensa, GJ Vladimir Padrino López.
Después de saludarlo como “un viejo soldado de la mar, colega de profesión” el CN agrega que “aún cuando nunca nos hemos visto a los ojos estoy seguro que sabe quién soy, así como yo lo conozco por referencias familiares”, recordándole que a las 9 de la noche en un día noviembre 2015 Padrino le realizó una llamada telefónica para felicitarlo porque lo había designado en la presidencia de la Junta Directiva del Iorfan (Instituto de Oficiales en situación de Retiro de la Fuerza Armada) “y citarme para tres días más tarde a su despacho, algo que nunca sucedió”.
Le reprocha sin piedad “actualmente, Vladimir, el opresor es un régimen cuyo soporte son ustedes, las FANB. Ahora, Vladimir, cuando este pueblo mediante una apabullante victoria electoral decide cambiar de vida, no mediante un golpe de estado ni violencia, ustedes, quienes deberían ser garantes de esa victoria, le dan la espalda y apoyan a este nefasto régimen violando nuestra Constitución, a un pueblo e inclusive a vuestras familias”.
“Me tomaré la libertad de tutearte dada la potestad que me concede la edad y la antigüedad como soldado de mar de esta Patria. Pasé a la situación de retiro dos años antes que se cometiera la felonía del año 1992 contra un gobierno electo democráticamente porque, según los golpistas, mantenía en estado insoportable al pueblo venezolano”.
“De no haber habido lenidad y complicidad en aquella oportunidad ustedes tendrían dos años de haber salido en libertad luego de haber cumplido la sentencia a que se hicieron merecedores por traicionar su sagrado juramento. Había un sistema de justicia, imperfecto pero perfectible. Pero lo había y hoy en día no existe ningún sistema de justicia creíble e imparcial”.
Es enfático al decir que “han pasado muchos años, Vladimir, en los que has sido actor, coprotagonista en muchos de ellos, pero actor principal de primer orden en el último decenio donde el estamento militar detenta el verdadero poder político y económico de Venezuela”.
“Desde hace años, quizás demasiados, las condiciones en las que el régimen mantiene al pueblo venezolano son mucho peores, llegando a la casi esclavitud, que aquellas que ustedes esgrimieron para vuestro cruento Golpe de Estado”, dice en alusión a la intentona golpista del 4 de febrero de 1992 contra el entonces presidente de la República Carlos Andrés Pérez.
El capitán de navío se dirige al titular castrense para decirle “cuando te ví en TV el 28 en la noche, con todos esos multiplursoleados a tu alrededor, en cadena nacional, diciendo que el pueblo había votado por la paz, por el desarrollo, en contra de los oligarcas, en contra de quienes pidieron sanciones, en contra del imperio, yo ya sabía que venían de acordar el mas burdo fraude de todos los cometidos en este cuarto de siglo”.
“No quiero entrar en lugares comunes de si serás héroe o villano, de si estarás del lado correcto o equivocado de la historia, eso es filosofía de bares. Me referiré a otras cosas. ¿Disfrutarás, en paz, de tus bienes, familia y allegados en la patria que te vió nacer, o tendrás que irte a uno de los pocos países que te acepten? ¿Podrán tus descendientes mostrar con orgullo su apellido o tendrán que usar otro para no ser humillados?”
“No estarás en el cargo por siempre; en algún momento te desecharán y te aseguro que, cuando ya los soles en los hombros no te iluminen, pasarás a la acera de enfrente. Seguro estoy que no tendrás ninguna necesidad económica pero no creo que tengas lo que necesitamos todos los militares retirados: la amistad, el amor, el reconocimiento y la consideración de nuestros colegas”. “Todos cosechamos lo que sembramos, Vladimir. Y todos estamos seguros y convencidos que tú nunca sembraste eso que necesitarás y te será negado. Eso es seguro, Vladimir. Tan seguro como nuestra partida de este plano”.
“Aún estás a tiempo, Vladimir, antes de que la historia te juzgue. En tus manos está continuar violando la Constitución y humillando a tus hermanos venezolanos u honrar el juramento que en un lejano tiempo hiciste ante la bandera y frente a tus familiares sentados en una tribuna, orgullosos de tí”.
“Este viejo marino, caballero de blanco, oficial de la Armada de la República de Venezuela (ARV) egresado de la gloriosa y eterna Escuela Naval de Venezuela (ENV), la del Dios y Patria, te manifiesto mis sinceros sentimientos de consideración y respeto y pido al Todopoderoso Señor del mar y dominador de la tempestad, te ilumine en esta trascendental decisión para nuestra sufrida Patria. Un saludo, muchas bendiciones y cuídate mucho porque todos hacemos falta”, finaliza diciendo el Capitán de Navío Adolfo Añez Marcano.