El exmandatario brasileño Jair Bolsonaro recibió este miércoles una notificación judicial en el hospital donde se recupera de una cirugía intestinal.
El líder de la extrema derecha, que se sometió hace 10 días a un procedimiento quirúrgico que duró doce horas, compartió en sus redes sociales el momento exacto en el que un oficial llegó a su sala de cuidados intensivos para entregarle la notificación.
En el video, Bolsonaro defendió su inocencia y mostró signos de irritación mientras estaba en la UCI. En un instante, alguien en la sala le informó que su presión arterial estaba aumentando, lo que provocó su reacción airada: “¡Se lo ruego por favor, se lo ruego por favor, se lo ruego por favor!”.
Poco después, se disculpó con la oficial presente: “Usted no tiene culpa de nada, discúlpeme”, le dijo.
El proceso penal en su contra comenzó el 26 de marzo tras la aceptación por parte de la Corte Suprema de las acusaciones formuladas por la Fiscalía General relacionadas con un intento de golpe de Estado y otros delitos. Aunque debería haber sido notificado oficialmente la semana pasada, su estado de salud provocó un retraso en el procedimiento.
Sin embargo, la Corte Suprema aclaró que tras haber participado este martes en un directo desde el hospital junto a sus hijos, promocionando unos cascos, estaba apto para recibir dicha notificación. Además, indicaron que otros siete acusados por los mismos hechos ya habían sido notificados entre el 11 y el 15 de abril, quedando solo pendiente el trámite con Bolsonaro.
Bolsonaro y su equipo condenados por conspirar contra Lula da Silva
La Fiscalía imputa al expresidente y a varios de sus colaboradores haber conspirado para impedir la investidura del actual presidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien ganó las elecciones en octubre de 2022. Parte del plan incluía manifestaciones frente a cuarteles militares en todo Brasil donde miles de activistas radicales exigieron una intervención militar para anular los resultados electorales.
Esta conspiración culminó en el violento asalto a las sedes de los tres poderes del Estado el 8 de enero de 2023, una semana después de la toma de posesión de Lula. Durante esos disturbios, los manifestantes instaron a los militares a derrocar al nuevo gobierno y causaron destrozos en las instalaciones del Palacio Presidencial, el Congreso y la propia Corte Suprema.
Como resultado de estos sucesos, aproximadamente 500 personas han sido condenadas a penas que alcanzan hasta 17 años de prisión por delitos como golpe de Estado y destrucción del patrimonio público.
Con información de Efe.
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