La ciudad de Cúcuta, ubicada en la frontera con Venezuela, es una zona compleja. Autoridades y expertos argumentan que al alto flujo migratorio a través de decenas de trochas o pasos informales, se une la violencia ocasionada -entre otros factores- por bandas criminales que han incrementado los delitos en la zona.
Cúcuta se ubica en el puesto 43 de 50 en el ranking de las ciudades más violentas del mundo, publicado en febrero por el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal.
«[Debido a la frontera que comparte con Venezuela, Cúcuta es] altamente atractiva para la renta y el portafolio criminal”, dijo a la Voz de América Nicolás León, investigador nacional de la Línea de Convivencia y Seguridad Ciudadana en la Fundación Paz y Reconciliación (Pares).
Explicó también que «tiene una facilidad y una informalidad que facilita el flujo, tanto de contrabando como de estupefacientes, como de migrantes irregulares». Del mismo modo, Cúcuta conecta con vías principales al interior de Colombia y está al comienzo de un corredor estratégico que desemboca en el mar Caribe, por lo que es clave para el desarrollo de acciones delincuenciales.
El teniente coronel Diego Armando Díaz Álvarez, comandante operativo de la Policía Metropolitana de Cúcuta, explicó a la VOA que “el fenómeno de la migración ha hecho que también algunos ciudadanos extranjeros se vinculen a estas estructuras”.
Para InSight Crime, una centro de investigación dedicado al estudio de la inseguridad en Latinoamérica y el Caribe, Cúcuta “se ha convertido en un lugar ideal para los grupos criminales venezolanos y su éxito en establecerse en esta ciudad se debe principalmente a dos factores: el constante flujo migratorio y la variedad de economías ilegales en la frontera”.
León expresó que Cúcuta, con alrededor de un millón de habitantes, se ha convertido en un escenario propicio para estas bandas, en gran medida “por su facilidad de consolidar su nivel de control territorial, a través de repertorios de violencia, tales como el asesinato selectivo, las amenazas y todo tipo de constreñimiento hacia hacia la población”.
¿Cuáles son las bandas y cómo actúan?
El teniente coronel Díaz Álvarez explicó a la VOA que a principios de año se identificaron 25 estructuras delincuenciales de diferentes denominaciones, con presencia en casi todas las comunas de la ciudad. Estas están “dedicadas específicamente a delitos como el tráfico de estupefacientes, el hurto, también el homicidio, como una de las modalidades para tener vigencia y ejercer presión en los sectores donde hacen presencia”, agregó.
Detalló que recientemente se ha dado una disputa territorial entre las estructuras criminales: «Esto ha generado que tomen acciones para que se note la vigencia en esos lugares donde ellos están”.
León dijo que Cúcuta “está encarnando un poco lo peor de dos mundos”. Por un lado, las bandas criminales de origen transnacional, “la mayoría de ellas con un origen venezolano que, dentro de sus propósitos y objetivos, tienen la consolidación del control de la ciudad” y, por otro los grupos armados organizados, de carácter nacional “que han venido ganando influencia territorial, en municipios aledaños a la ciudad”, lo que ha generado que el conflicto armado “se sienta con más fortaleza al interior de la ciudad”.
“Estos dos factores actúan de manera diferenciada, pero al fin y al cabo se terminan articulando”, enfatizó.
Pares identifica al menos 17 organizaciones criminales en la ciudad. Entre ellas también tienen presencia de manera indirecta grupos armados como el Estado Mayor Central, el Ejército de Liberación Nacional ELN y el Clan del Golfo. Sin embargo, el escenario delincuencial en la ciudad está marcado actualmente por la relación entre dos bandas principales: los AK-47 y los ‘Porras’.
Estos dos grupos, señaló León, se han caracterizado especialmente por la disputa del control de rentas criminales, específicamente del microtráfico y de la extorsión.
Díaz agregó que también tiene presencia el Tren de Aragua, en un sector de Villa Rosario. Y las autoridades locales también hablan del incremento en los índices delictivos debido a la actividad de “Los Lobos” y “Carlos Pecueca”.
Un panorama “complejo”
En 2023 se registraron 285 homicidios en esta ciudad, la tasa más alta de la última década, según cifras de la Policía local. Estos datos también superan la media nacional. Hasta el pasado lunes, se habían registrado 215 homicidios en lo que va del presente año. Comparado con el anterior, la tasa se ha incrementado en un 7 %.
Wilfredo Cañizares, director de la Fundación Progresar Norte de Santander, ha señalado en diversas oportunidades que el 90 % de los homicidios están relacionados con el sicariato o los ajuste de cuentas.
Para el investigador, la ciudad vive un panorama “complejo, porque los AK- 47 y los ‘Porras’ venían en una disputa por el control de las rentas”, pero recientemente esta «ha llegado a escenarios de conciliación entre las dos bandas, incluso de alianzas, lo que facilitaría mucho más el actuar criminal de estas organizaciones”.
Además, agregó, existen grupos armados organizados al interior de la ciudad con mucho interés en la provisión de armamento.
Cañizares dijo la semana pasada, en una rueda de prensa de su fundación, que Cúcuta “es una ciudad que está siendo utilizada como ruta del tráfico ilegal de armas desde Venezuela”.
Añadió que hasta el 2023 se trataba de un mercado negro de armas livianas, pero que en el último año se han encontrado también armas pesadas, de largo alcance, que se están quedando en la ciudad”. “Nunca en la ciudad bandas delincuenciales se habían atrevido a comprar fusiles de largo alcance”, manifestó el activista de Derechos Humanos.
Un informe reciente de Pares indica que la ciudad se ha convertido en la más violenta del departamento de Norte de Santander, con un aumento de estadísticas de criminalidad relacionadas, por ejemplo, con “la violencia intrafamiliar que, en lo ocurrido el año, ha tenido un aumento de casos superior al 200 %”.
A esto se le suma el homicidio a líderes sociales que, entre enero y mayo, registran por lo menos dos casos, indicó León. Otras cifras que van en aumento, de acuerdo con el investigador, son las de la violencia interpersonal y el hurto.
No obstante, la policía de Cúcuta enfatizó que de las 25 bandas afectadas, 17 están activas y el resto están “a disposición de las autoridades competentes”.
Jorge Acevedo, alcalde de la ciudad, dijo a la VOA que están “dando una guerra de frente contra los grupos criminales” y “han caído cabecillas” que no esperaban que “cayeran tan fácilmente”.
Por ejemplo, en el último mes, según Díaz, han capturado más de 11 integrantes, entre ellos el cabecilla del Clan del Golfo y se han desarticulado “11 grupos delincuenciales, dedicados al hurto, a la extorsión, al tráfico de estupefacientes”.
Además, el funcionario afirmó que han disminuido las cifras relacionadas con el robo de todo tipo y las autoridades han establecido patrullas y uniformados en ciertas zonas de la ciudad.
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