La Asamblea General de la ONU aprobó hoy (02.11.2023) por abrumadora mayoría una resolución para exigir el fin del embargo económico y comercial estadounidense contra Cuba que ya ha superado seis décadas, a la que únicamente se opusieron dos países: Estados Unidos e Israel.
Este llamado, que viene haciéndose anualmente desde hace 31 años, recibió en esta ocasión 187 votos a favor, dos en contra y una sola abstención, la de Ucrania, un resultado aún más aplastante que el del año pasado, cuando hubo tres abstenciones y los mismos votos negativos.
Al completarse la votación y aparecer los resultados en la pantalla gigante de la Asamblea, muchos de los delegados presentes prorrumpieron en aplausos. El canciller cubano, Bruno Rodríguez, que intervino justo antes de la votación ante la Asamblea, denunció que el bloqueo “viola el derecho a la vida, la salud, la educación y el bienestar de todas las cubanas y cubanos”, y constituye “un acto de guerra en tiempo de paz”.
La Asamblea celebra cada año una sesión específica para pedir el fin de este embargo impuesto en 1962 y que impide a Cuba hacer transacciones en dólares, comercializar con productos que atraviesen Estados Unidos y que tengan un porcentaje mínimo del 10 % de partes elaboradas en ese país, así como utilizar el sistema financiero norteamericano.
Pero los países que ayer y hoy han intervenido en la Asamblea en apoyo a Cuba -muchos de ellos sólidos aliados de EE.UU. en el mundo- insistieron en que el embargo es una medida unilateral, pues no ha sido decidido por el Consejo de Seguridad, supone una injerencia en otros estados y termina castigando sobre todo a la población de Cuba, antes que a su gobierno.
Sin embargo, esta votación pone en evidencia la irrelevancia de la Asamblea General -más allá del valor simbólico-, que lleva 31 años aprobando una resolución prácticamente similar sin que ello haya conseguido hacer ninguna mella en la política estadounidense para con la isla caribeña.
Fuente: DW