El presidente de Bolivia, Luis Arce, advirtió este jueves que «no cederá» ante las protestas y bloqueos de vías que quieren «incendiar» el país para impedir que el exmandatario Evo Morales sea procesado penalmente por un presunto caso de estupro cuando ejercía su mandato.
«Vamos a hacer respetar la estabilidad de los bolivianos. No vamos a ceder ante quienes quieren incendiar el país para protegerse de acusaciones personales ante las cuales deben dar la cara», dijo Arce en un acto ante autoridades municipales en La Paz.
Campesinos partidarios del expresidente, investigado por el presunto abuso de una menor que él niega, multiplicaron los bloqueos de carreteras que iniciaron el lunes para exigir «el cese de la persecución judicial» contra su líder.
«De ninguna manera vamos a levantar este bloqueo porque este gobierno no nos ha escuchado, no nos ha atendido. Más bien se ha dedicado a atacar a Evo Morales», dijo a la AFP Ponciano Colque, dirigente de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia.
Hasta el momento se reportan 14 tomas de carreteras en los departamentos de Cochabamba (centro), Santa Cruz (este) y Tarija (sur), seis más que el miércoles, según la estatal Autoridad Boliviana de Carreteras (ABC).
Protestas a favor de Morales
El departamento de Cochabamba, donde el exmandatario de 64 años tiene su base política, se encuentra aislado por las protestas.
Los manifestantes se han enfrentado a la policía, que ha empleado gases lacrimógenos para despejar algunos puntos viales. Desde el lunes han sido detenidos al menos seis manifestantes.
Aunque los cortes de rutas empezaron con la finalidad «resguardar la libertad» de Morales, según las organizaciones próximas al líder cocalero, los manifestantes apuntan ahora hacia el presidente Luis Arce por la crisis derivada por la escasez de combustible y de dólares.
En una carta enviada al presidente, varias organizaciones leales a Morales le exigieron como condición para un diálogo «el cese de la persecución judicial» contra su líder, así como su reconocimiento como candidato del oficialismo.
Morales enfrenta una probable detención luego de que la semana pasada se negara a declarar ante la fiscalía por los presuntos delitos de «estupro, trata y tráfico de personas».
El ministerio público aseguró que preparaba una orden de aprehensión contra él, pero luego no se volvió a pronunciar.
Morales ha calificado este caso como «otra mentira más», pues el caso ya había sido investigado y archivado en 2020.
El líder indígena, que gobernó del 2006 al 2019, acusa al gobierno de su exministro de reactivar el caso judicial para sacarlo de la carrera por la presidencia.
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